Instructores de buceo aprovechan la cuarentena para restaurar corales

Ante falta de trabajo por causa de la pandemia de covid-19, instructores turísticos de buceo están aprovechando el tiempo libre para plantar corales en la Gran Barrera de Coral..

Passions of Paradise (Pasiones del paraíso) es una compañía familiar de eco-turismo que se encuentra en Cairns, Australia. Ofrece servicios como tours de buceo, snorkel y viajes en pequeños barcos por la Gran Barrera de Coral.

Recientemente, un equipo de cuatro buzos y el Dr. David Dugget tomaron el catamarán Passions III para llevar a cabo su misión: plantar corales a lo largo de una zona conocida como Hastings Reef.

Esta pequeña misión forma parte de una iniciativa mayor, el Programa de Nutrición de Corales. Este programa comenzó en 2019 y hasta el momento se han plantado más de 1000 piezas de coral.

Lorna Howlett es la coordinadora de este programa, además es candidata a Doctora de la Universidad de Tecnología de Sydney. Howlett explicó que esta es la primera vez que una compañía de turismo trabaja de manera conjunta con investigadores para salvaguardar el arrecife. Y también es la primera vez que se trabaja con una técnica llamada ‘coral clipping’. Esta técnica consiste en usar los pequeños fragmentos de coral que se han roto de manera natural y fijarlos de nuevo al arrecife. Es así como nuevos corales nacen, crecen y una vez que estén lo suficientemente grandes, se toman pequeños fragmentos para fijarlos de nuevo al arrecife. Esta técnica hace que los fragmentos que van creciendo poco a poco sean una fuente continua de producción de corales que se van sumando al gran arrecife.

Esta es tan sólo una de las medidas más inmediatas para mitigar el blanqueamiento que ha sufrido la Gran Barrera de Coral en los últimos años. Esto debido al calentamiento global. Los corales son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura. Las olas de calor marinas que se generaron en 2016 y 2017 generaron el blanqueamiento de aproximadamente dos tercios del total del arrecife.

Por otro lado, la actividad humana como la pesca sin control y la contaminación del agua marina, han hecho que los daños de la barrera sean cada vez mayores. Lo cual ha provocado la disminución del ecosistema.

La Gran Barrera de Coral se extiende por 2,600 kilómetros y alberga treinta especies de delfines, ballenas y marsopas, seis especies distintas de tortugas, cuarenta y nueve especies de peces, nueve especies de caballitos de mar, siete especies de ranas distribuidas en sus islas, y cocodrilos de agua salada que habitan los pantanos y manglares. Además están registradas 215 especies de aves que visitan el arrecife. Las pequeñas islas de la Gran Barrera de Coral albergan 2195 especies de plantas.

Los arrecifes son estructuras acuáticas que están hechas de coral. Básicamente son ecosistemas acuáticos que proveen muchos beneficios a la vida marina. Por ejemplo: son hogar y albergue para muchas especies marinas, contribuyen y protegen la biodeversidad, absorben la energía del oleaje, reducen los daños por tormentas y climas extremos y además, ayudan al turismo y la economía de poblaciones costeras.

Sin embargo, los beneficios en términos estrictamente sociales han provocado una sobrecarga en estos sistemas marinos. La alta demanda de turismo y el poco cuidado de las personas al interactuar con las especies del arrecife ha acelerado su deterioro.

Es momento de proteger y fomentar el cuidado de estos ecosistemas a través de prácticas que no estén centradas en el beneficio económico, es momento de modificar las prácticas y las atracciones turísticas para evitar el daño a ecosistemas. Pero también para mantener el sustento de muchísimas comunidades en las que las actividades turísticas son la principal fuente de ingresos.

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