Ingenieros transforman tapas de botellas plásticas y viruta en carpetas

Con financiamiento de Innóvate Perú, se busca aplicar proyecto en empresas de muebles.

Esta carpeta es el producto de un proyecto de reciclaje de tapas de plástico y de desechos de madera, a cargo de ingenieros de la PUCP. / Andina/Difusión

El ingeniero mecánico Julio Acosta Sullcahuamán y un grupo de investigadores de la Universidad Católica del Perú no encontraron mejor idea que darle vida a lo que no sirve, como los residuos de plástico y madera, con lo que crearon el Qauchu Kullu o “Madera ecológica”, innovador material con el que fabrican cómodas carpetas escolares.

Todo empezó hace 10 años en el laboratorio de la Facultad de Mecánica, cuando estos investigadores liderados por Julio Acosta, decidieron apostar por los desechos de madera y plástico reciclado. 
Con el primer préstamo que les dio el BID para el desarrollo de la investigación, comenzaron el estudio y luego con el financiamiento de Innóvate Perú empezaron las pruebas del proyecto de la mano con la empresa de muebles peruana RDOY Industrial (S.A.C), o conocida como Comodoy.
“Nuestra intención es promover la conservación del medio ambiente, recogiendo los residuos e integrándolo en un material que se llama Qauchu Kullu que significa plástico y madera. Nos enteramos que hay empresas que pagan por botar sus desechos como aserrín o viruta, al ver ello, empezamos a investigar los procesos de sinterizado en materiales compuestos de polipropileno y polietileno reciclados (que son las tapas de botellas plásticas) y madera capirona que es muy usada en Lima”, explicó el ingeniero Acosta.
Para desarrollar este proyecto los estudiantes e investigadores diseñaron y fabricaron sus propias maquinarias, denominados equipos de moldeo por compresión y moldeo rotacional.
Gracias a estos aparatos, y empleando procesos técnicos de modelado de presión y sin presión que ya existen en la industria, se fabricaron las primeras muestras de las carpetas.
Ventajas de Qauchu Kullu
En este novedoso material se puede regular la cantidad de los residuos, por ejemplo:  40% de madera y 60% de plástico, por esa razón cuenta con las mejores propiedades de resistencia y durabilidad, y debe resultar más económico que la madera, si es que se realiza una producción en serie.
“Estamos fabricando un material que no absorbe humedad, es liviano y tiene resistencia química. Además, por tener plástico no le ingresa la polilla y los ácaros que son ventajas que no tiene la madera. Se puede moldear formas y producido en serie debe ser más económico, porque en principio estamos recuperando lo que se desecha”, detalló.
 
Despertando el interés de las empresas
Una de las empresas interesadas en el proyecto es RDOY Industrial (S.A.C), que pertenece al grupo IKASA Perú, antes conocida como Comodoy. Su gerente Augusto Doy ya está en conversaciones con la Universidad Católica, y lo que se espera en los próximos meses es que se fabrique y venda las primeras carpetas hechas con esta madera ecológica.
“Con este material también se pueden fabricar muchos productos como sillas, mesas, cilindros huecos (tipo tanques de agua) etc. Tenemos el conocimiento suficiente para transferir esto a las empresas. Aquí nuestro gran reto es demostrar que esto es rentable para ellos”, finaliza Acosta, al destacar el trabajo de los jóvenes investigadores en este proyecto, pues muchos han obtenido su licenciatura, maestría y hasta doctorado.
La Oficina de Innovación de la  PUCP gestionó los fondos para que el proyecto sea financiado, realizó el acompañamiento y asesoría.