Implantes bajo la piel para abrir puertas y viajar en tren
August 30, 2020 Noticias , TecnologíaEn España, ahora apenas tienen recorrido, pero en Suecia cuentan ya con más de 5.000 usuarios. Le siguen Estados Unidos, Inglaterra y Japón. Sus posibilidades son numerosas y, según sus creadores, no ponen en riesgo la salud. ¿Son, entonces, el siguiente paso del progreso?
El término “implante” genera siempre cierta reticencia; sobre todo, si se trata de implantes “inteligentes”. El hecho de introducir un elemento electrónico en el cuerpo puede ser, quizá, algo habitual en el futuro, pero primero debe desterrar muchos prejuicios para convencer de su idoneidad. ¿Qué consecuencias tiene? ¿Qué tipo de información maneja? ¿Quién tiene acceso?
Nadie duda de que los avances tecnológicos facilitan en buena medida nuestra vida cotidiana. Empezando por los electrodomésticos y pasando por todos los dispositivos conectados, como el ordenador, la televisión o el smartphone. No hace falta remontarse muy atrás: hoy podemos realizar tareas de una forma bastante más cómoda y rápida que hace solo unas décadas, simplemente pulsando unos botones.
Sin embargo, esto es distinto. No se trata de unos aparatos más, como los mencionados, sino que estos implantes inteligentes te acompañan siempre, a todas partes. Pues, literalmente, están dentro de ti.
¿Cuáles son sus beneficios?
Esta diferencia es decisiva, para lo bueno y para lo malo. Sus ventajas, precisamente, radican en que basta acercar la muñeca para abrir puertas -de las oficinas o del gimnasio-, viajar en transporte público y almacenar información privada.
Son, por así decirlo, un sustituto de las tarjetas físicas, las llaves, los documentos identificativos y otros medios físicos que utilizamos a diario. Todo en uno. Ahorran tiempo y permiten disponer de todas las herramientas en el mismo lugar, sin cargar con todas las pertenencias de un lado para otro.
Pero… ¿son seguros?
Ésta es, quizá, la pregunta más importante para convencer de su aplicación a numerosas personas. Juanjo Tara, cofundador y CTO de una de las compañías que los fabrican, Dsruptive, explica en este reportaje a El País Retina que sus productos no suponen ningún riesgo para la salud.
La tecnología está integrada en una cápsula de cristal que es biocompatible con el organismo y que compran a una empresa médica.
Asimismo, asegura que en su compañía utilizan servidores seguros y que encriptan los datos de los usuarios, para que ningún tercero pueda acceder a ellos. Teniendo en cuenta que sus implantes inteligentes almacenan información privada, en sustitución de documentos identificativos y memorias USB, la ciberseguridad se vuelve otro de los puntos cruciales para conquistar al gran público.
También matiza que no son para toda la vida. Es decir, duran hasta 25 años, pero puedes quitártelo o cambiarlo cuando quieras, en una clínica especializada.
¿Dónde triunfan?
En España, este tipo de innovaciones no ha calado aún. Solo unas 10 personas tienen puesto uno de estos implantes inteligentes. “Se trata de personas que llamamos beta testers y que nos han contactado para probarlos” antes de que lleguen al mercado a gran escala.
En cambio, dice, “en sociedades más maduras digitalmente” sí tienen éxito ya. Es el caso de países como Suecia, Estados Unidos, Inglaterra y Japón.
En Suecia, por ejemplo, de donde es originaria su organización, tienen un acuerdo con SJ AB, el operador ferroviario estatal, como el Renfe español. Allí, los viajeros no necesitan un billete o un abono para subirse al tren; basta con tenerlo cargado en el implante inteligente.
Actualmente, puede haber unas 50.000 personas con ellos en todo el mundo, una cifra que impresiona, pero que confían en seguir aumentando. Cada mes, distribuyen miles de estas unidades.
Su precio cuesta unos 170 euros y lo utilizan indistintamente jóvenes que personas más adultas. “No hay un perfil concreto de cliente”, subraya.
Conectados al móvil
La información se maneja desde una aplicación del móvil. En ella, puedes añadir o modificar los datos que quieras, así como cargar los diferentes accesos.
Su almacenamiento es de dos kilobytes, unos 2.000 caracteres; una cantidad modesta que en Dsruptive quieren ampliar. Aunque no es una tarea fácil, según revela Tara, puesto que los dispositivos son muy pequeños, de dos milímetros de ancho y 15 de alto, y no quieren hacerlos más grandes. Por tanto, lo que determinará sus avances será el desarrollo de la nanotecnología.
Ya hay quienes consideran que su popularización es solo cuestión de tiempo y que ocurrirá, de forma inevitable. ¿También lo crees? ¿Te pondrías uno de estos implantes inteligentes para reemplazar las llaves, la cartera y el dinero o tienes tus reservas? Si ya sabemos que nuestra información está bien guardada en plataformas en la nube como Movistar Cloud, ¿por qué no iba a estarlo también en nuestros cuerpos?
Lo que está claro es que, guste o no, la unión de los humanos y la tecnología se estrecha cada vez más.