Ikigai: el secreto japonés para encontrar el sentido de la vida
July 26, 2019 Bienestar , NoticiasEl Ikigai es un vocablo japonés que se puede traducir como “razón de ser” o “razón de vivir”. También se puede definir como aquello que inspira al individuo a despertar cada mañana y le impulsa a vivir en plenitud.
En el best seller de Héctor García y Francesc Miralles titulado Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz, se profundiza en el significado de la palabra Ikigai. A su decir, identificar el Ikigai aporta pasión, satisfacción y felicidad a la vida del individuo.
El Ikigai permite descubrir cuál es la pasión de cada persona, dándole una razón significativa para vivir. El concepto de Ikigai se encuentra profundamente arraigado en las denominadas “zonas azules”.
Okinawa, la mayor zona azul del planeta
Las “zonas azules” son lugares donde la esperanza de vida es mayor que en el resto del mundo. La mayor zona azul del planeta está al norte de Okinawa, isla japonesa cuyos nativos son considerados las personas más longevas del mundo -en su mayoría centenarias-. No cabe duda que Okinawa se mueve a un ritmo diferente al de Japón.
Los oriundos de Okinawa son conocidos por ser las personas más amables, tranquilas y longevas de Japón. Las estadísticas demuestran que la mayoría de sus habitantes no enferman de cáncer ni sufren de obesidad. Su secreto es el Ikigai.
La filosofía japonesa que impregna a estas personas de Okinawa es vivir mejor, encontrándole un sentido a su vida. Okinawa está caracterizada por asentar poblaciones que se mantienen en buen estado físico y mental.
El equilibrio entre la actividad y el descanso es esencial para la larga vida de los japoneses, sobre todo los residentes de Okinawa. Todo ello, aunado a su aguda actividad social y a una dieta basada principalmente en alimentos frutales.
Controlar cómo reaccionamos a los acontecimientos
El Ikigai está muy relacionado con el sentido del que habló Viktor Frankl en su libro El hombre en busca de sentido, en donde el autor se enfrenta al sufrimiento y a las fuerzas del mal, adoptando un punto de vista sorprendentemente esperanzador sobre la perdurable capacidad humana de trascender sus dificultades.
Se trata de encontrar un motivo para darle sentido a la vida. Haya sucedido lo que haya sucedido, la vida puede tener un sentido cuando se descubre un Ikigai y se es útil a los demás.
No se puede controlar lo que ocurre, pero si se puede controlar la reacción que se tiene ante lo que ocurre. Todo dependerá de la actitud que se asuma ante cualquier suceso de la vida.
Cómo encontrar el Ikigai
Se encuentra el Ikigai cuando nos damos permiso para averiguar lo que verdaderamente nos agrada. Para identificar el Ikigai resulta preciso averiguar cuál es nuestro talento natural y lo que nos apasiona hacer. El Ikigai es la fórmula japonesa para darle sentido y propósito a la existencia, viviendo más y mejor. Para los japoneses es nada más y nada menos que la clave de la felicidad.
Para lograr descubrir el Ikigai, hay que reservar tiempo para uno mismo, con el fin de indagar en cuatro áreas de la vida:
- Aquello que amamos o nos apasiona hacer (pasión)
- Aquello en lo que tenemos talento (profesión)
- Aquello por lo que nos pagan (vocación)
- Aquello que necesitamos hacer el mundo (misión) y que sirve de utilidad a los demás.
Cuando se logran juntar estos cuatro elementos, se encuentra el Ikigai, gracias a lo cual se obtiene bienestar y longevidad. Si no se localiza la intersección de esas cuatro áreas (esencia del Ikigai) existirá un sentimiento de insatisfacción durante el resto de la vida.
Para los japoneses, todos tenemos un Ikigai, pero para llegar a él, se necesita una profunda paciencia, mucha introspección y, sobre todo, autoconocimiento. Eso es lo que hará que cada persona logre sus aspiraciones o sus objetivos vitales por sí misma, sintiendo satisfacción por ello. Todo ser humano tiene un Ikigai que puede poner al servicio de la gente. Muchas personas en el mundo lo han identificado y otras aún siguen buscándolo.
Una técnica efectiva para encontrar el Ikigai es hacer una lista apuntando todo lo que no nos gusta (test negativo del escritor chileno Alejandro Jodorowsky). Esa técnica nos permitirá concluir, por eliminación, lo que se nos da bien, lo que hacemos con naturalidad, lo que nos divierte y aquello que podemos poner al servicio de los demás.
El hecho de que cada uno seamos capaces de servir a los demás a través del Ikigai constituye un valioso aporte que nos hace sentir útiles y favorece incluso nuestro propio bienestar y felicidad, dando sentido a nuestra vida. De hecho, al tener claro nuestro Ikigai estaremos viviendo nuestro propósito de vida y generando felicidad a otros.
“Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” – Friedrich Nietzsche.