Identifican las claves cerebrales que nos permiten interpretar el mundo

El lóbulo parietal inferior interactúa con distintas áreas especializadas y generales del cerebro, facilitando actividades complejas como el lenguaje o el desarrollo de habilidades sociales. Este proceso hace posible que interpretemos el mundo.

Cuando se trata de la comprensión del lenguaje, el lóbulo parietal inferior en su cara anterior es la región que cobra mayor importancia en el hemisferio izquierdo del cerebro (verde). En tareas relacionadas con la atención, es el lóbulo parietal inferior en el lado derecho del cerebro, también en su cara anterior, el que presenta mayor actividad (rosa). Si, por otro lado, se requieren habilidades sociales, las partes posteriores del lóbulo parietal inferior en ambos hemisferios del cerebro entran en acción simultáneamente (naranja, violeta). / eLife.

Neurocientíficos del Instituto Max Planck y de la Universidad McGill de Canadá han identificado un proceso cerebral cuyo eje es el lóbulo parietal inferior: integrándose con otras regiones generales o especializadas del cerebro, permite desarrollar tareas de gran complejidad como el lenguaje o las habilidades sociales. Al actuar en conjunto, este circuito nos facilita la interpretación del mundo.

El cerebro vincula áreas individuales especializadas, como el lóbulo parietal inferior, con otras regiones más generales, para realizar distintos procesos. Cuando la actividad a realizar es más compleja, la interacción entre las áreas individuales es más intensa. Esto nos permite llevar adelante tareas de elevada complejidad que nos ayudan a comprender la realidad, como el aprovechamiento del lenguaje o la capacidad para comunicarnos con otras personas.

Este mecanismo, en el cual el lóbulo parietal inferior cumple un papel vital, es el que nos permite interpretar el mundo y conectarnos con la realidad externa a nuestra individualidad, según un nuevo estudio. De acuerdo a una nota de prensa, el trabajo de los investigadores alemanes y canadienses arroja luz sobre el rol específico del lóbulo parietal inferior, sobre el cual existían algunas dudas en torno a su actividad en habilidades como la empatía, la comprensión lingüística o la atención.

El rol del lóbulo parietal inferior

Aunque se sabía que el lóbulo parietal inferior estaba involucrado en múltiples y diversas tareas, desde relacionar expresiones faciales con emociones hasta efectuar operaciones matemáticas o manejar el lenguaje y la expresión corporal, no estaba del todo claro cómo era posible que esta región del cerebro llevara adelante tantas actividades en simultáneo.

Ahora, el estudio publicado en la revista eLife parece haber resuelto el enigma. Según los hallazgos de este grupo de investigadores, las diferentes partes del lóbulo parietal inferior se especializan en distintas funciones cognitivas, como la atención, el lenguaje o las habilidades sociales. Incluso determinaron que la llamada cognición social, aquella que nos permite por ejemplo comprender las necesidades de otros, es la que insume una mayor complejidad y la que refleja la capacidad de tomar perspectiva.

Las áreas mencionadas trabajan junto con muchas otras regiones del cerebro, activándose de una manera específica en cada parte del proceso. Cuando se trata de la comprensión del lenguaje, la cara anterior del lóbulo parietal inferior en el hemisferio izquierdo del cerebro es la encargada de comandar las tareas.

Integración y trabajo holístico

Por otro lado, cuando necesitamos fijar nuestra atención y concentrarnos, la misma parte del lóbulo parietal inferior se enciende y toma la iniciativa, pero en el hemisferio derecho del cerebro. En el caso de las habilidades sociales, entran en acción las partes posteriores del lóbulo, pero haciéndolo en simultáneo en los dos hemisferios cerebrales.

Según los científicos, esto demuestra que frente a actividades más complejas se incrementa la interacción entre las distintas áreas, favoreciendo un trabajo holístico pero manteniéndose el liderazgo del lóbulo parietal inferior en las tareas. «La cognición social requiere la interpretación más compleja. Por eso, ambos lados del cerebro trabajan de forma integrada», explicó Ole Numssen, uno de los autores del estudio.

En definitiva, los hallazgos confirman que la impresionante versatilidad del lóbulo parietal inferior no es antojadiza: sirve para conectar distintas áreas del cerebro y funcionar como eje en múltiples procesos, los cuales nos permiten interpretar la realidad y comprender el mundo que nos rodea.

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