Hong Kong, la nueva víctima de la censura china en internet

La nueva ley de seguridad nacional otorga al Gobierno chino nuevos poderes sobre la ciudad semiautónoma, como el de efectuar allanamientos sin orden judicial y obligar a las plataformas a eliminar publicaciones. Aunque las tecnológicas se niegan, puede que acepten para no perder cuota de mercado.

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Situación general: solo han pasado dos semanas desde que China aprobó su controvertida ley de seguridad nacional, que le otorga nuevos y extensos poderes sobre Hong Kong. Pero para los habitantes de esta ciudad semiautónoma, internet ya ha cambiado drásticamente.

¿Qué tipo de poderes? La ley permite que las autoridades de China continental operen en Hong Kong por primera vez. También le da a Pekín (China) el poder de anular las leyes locales, y define vagamente una serie de nuevos delitos: por ejemplo, la nueva ley hace que incitar el “odio” hacia el Gobierno chino sea ilegal. La policía de Hong Kong puede censurar el contenido de internet y rastrear a los ciudadanos online. Ya es posible efectuar allanamientos sin orden judicial, obligar a las plataformas web a eliminar o bloquear publicaciones, incautar registros electrónicos y vigilar a los sospechosos sin supervisión judicial. Las empresas que no cumplan con estos reglamentos podrían enfrentarse a multas de más de 11.000 euros, y los empleados podrían soportar penas de prisión de hasta seis meses.

Consecuencias: en realidad, la norma introduce en Hong Kong el Gran Cortafuegos de China, una versión estrictamente controlada y censurada de internet que bloquea la mayoría de las herramientas online y aplicaciones para móviles. Las compañías extranjeras solo pueden operar si cumplen con estas normas.

Rechazo en bloque: Facebook, Twitter, Google, Microsoft, Zoom y WhatsApp en Hong Kong se comprometieron el 6 de julio a negarse a cumplir con las órdenes del Gobierno de entregar sus datos. Por su parte, Apple ha dicho que está “analizando” la situación. El 7 de julio, TikTok afirmó que se retirará por completo de la región. Es probable que cualquier compañía tecnológica que se niegue a seguir las leyes locales acabe bloqueada en Hong Kong.

El verdadero dilema: si quieren quedarse en Hong Kong, Facebook, Google y otras grandes tecnológicas tendrán que operar de acuerdo con las reglas establecidas por el Partido Comunista de China. Si lo hacen, probablemente se enfrentarán a una fuerte reacción negativa entre sus empleados y legisladores estadounidenses. Si no lo hacen, perderán terreno en el mercado online más grande del mundo. Al fin y al cabo, China tiene muchas alternativas propias para los gigantes tecnológicos de Estados Unidos, por lo que desde la perspectiva de su Gobierno, tiene poco que perder si estas se retiran.

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