Hallan más de 1.000 asteroides desconocidos en los ‘datos basura’ del Hubble

Los datos descartados de otras investigaciones del telescopio espacial han revelado ser un auténtico tesoro de información para los astrónomos.

En la imagen, un mosaico de 16 distintos sets de datos estudiados por los científicos como parte de la iniciativa Hubble Asteroid Hunter – ESA/Hubble & NASA, S. Kruk (ESA/ESTEC), equipo de ciencia ciudadana Hubble Asteroid Hunter, M. Zamani / ESA/Hubble

Bajo la dirección de Sandor Kruk, del Instituto Max Planck para la Física Extraterrestre, un equipo internacional de investigadores acaba de encontrar, ocultos entre datos descartados del Telescopio Espacial Hubble, más de 1.000 asteroides cuya existencia desconocíamos hasta ahora. En un artículo recién publicado en ‘Astronomy & Astrophysics’, el equipo de astrónomos detalla cómo, al analizar los descartes acumulados por el Hubble en los últimos 20 años, hallaron más de 1.700 rastros de asteroides. Muchos de ellos ya se conocían previamente, pero más de 1.000 resultaron ser totalmente nuevos.

A medida que los años van pasando, cada vez más telescopios llevan a cabo más y más observaciones, llenando los archivos de datos que, literalmente, nadie tiene tiempo para analizar.

Y resulta que, algunas veces, importantes descubrimientos se esconden en esos datos a la espera de que los científicos desarrollen nuevos métodos y herramientas de análisis para descubrirlos. Eso es precisamente lo que sucedió en un esfuerzo común llamado Hubble Asteroid Hunter, lanzado en 2019 por un grupo de astrónomos como un proyecto de ciencia ciudadana en la plataforma Zooniverse. Como su propio nombre indica, el objetivo era analizar los datos del Hubble en busca de nuevos asteroides.

“La basura de un astrónomo puede ser un tesoro para otros”, afirma Kruk. De hecho, los datos analizados eran en su mayoría descartes de otras observaciones que no tenían nada que ver con asteroides y que habían sido clasificados como ‘ruido’. Pero todos esos datos desechados y nunca examinados por nadie seguían estando perfectamente archivados y disponibles. “La cantidad de información acumulada en los archivos de astronomía -dice Kruk- aumenta exponencialmente y queríamos hacer uso de esos maravillosos datos”.

Así, el equipo examinó más de 37.000 imágenes del Hubble tomadas entre el 30 de abril de 2002 y el 14 de marzo de 2021. La mayoría de ellas son exposiciones de 30 minutos de duración, tiempo más que suficiente para que un asteroide en movimiento deje una raya curva impresa en la imagen. Localizar esas líneas reveladoras, sin embargo, es una ardua tarea para los ordenadores, y ahí es donde entra la plataforma Zooniverse y la ciencia ciudadana.

“Debido a la órbita y el movimiento del propio Hubble -explca Kruk-, las rayas aparecen curvas en las imágenes, lo que dificulta la clasificación de las estelas de asteroides o, más bien, es difícil decirle a una computadora cómo detectarlas automáticamente. Por lo tanto, necesitábamos voluntarios para hacer una clasificación inicial, que luego usamos para entrenar un algoritmo de aprendizaje automático”.

La iniciativa fue un éxito, y 11.482 voluntarios participaron en la clasificación de las imágenes, con un resultado de 1.488 clasificaciones positivas en aproximadamente un 1% del total de las fotografías. Después, esos datos fueron utilizados para entrenar a un algoritmo de aprendizaje automático para buscar en el resto de las imágenes del Hubble, que contribuyó con otras 900 detecciones.

Y ahí fue donde entraron por fin los astrónomos profesionales. Con Kruk a la cabeza, tres de los firmantes del artículo repasaron los resultados, excluyendo rayos cósmicos u otros objetos. Al final, quedaron 1.701 rastros confirmados de asteroides, de los que 1.031 eran completamente nuevos y desconocidos.

Los investigadores dicen que hasta ahora habían escapado a la detección por ser demasiado débiles y seguramente más pequeños que los que se detectan con los telescopios terrestres. El artículo es la primera parte de un trabajo más complejo dentro de la iniciativa Hubble Asteroid Hunter. En la siguiente fase, los científicos utilizarán la forma curva de las estelas para determinar las órbitas y las distancias de los nuevos asteroides.

“Los asteroides -prosigue Kruk- son restos de la formación de nuestro Sistema Solar, lo que significa que podemos aprender más sobre las condiciones que reinaban en él cuando nacieron los planetas”.

El investigador, además, asegura que su equipo ha encontrado, aparte de los asteroides, otros datos: “también hubo otros hallazgos fortuitos en las imágenes de archivo, y ahora los estamos estudiando”. Pero Kurk no ha querido revelar aún el contenido de esos ‘otros hallazgos’. Para eso habrá que esperar un poco más.

ABC