Las células madre neurales son el motor generador de nuevas neuronas en el cerebro. Ahora, un nuevo estudio desarrollado en el Texas Children’s Hospital ha identificado la maquinaria molecular responsable de la preservación de estas células madre, cuyo descenso productivo acelera los efectos del envejecimiento cerebral. ¿Estamos más cerca del sueño de un cerebro siempre joven?
De acuerdo a un comunicado, si logran activar estas claves moleculares, los científicos creen que sería posible mantener la neurogénesis o producción de nuevas neuronas durante toda la vida, al mismo nivel que se encuentra en los cerebros jóvenes. Este proceso se desarrolla en el hipocampo, el centro cerebral del aprendizaje y la memoria en los mamíferos.
Precisamente las neuronas jóvenes son vitales para formar los circuitos neuronales necesarios para el aprendizaje, la memoria y el control del estado de ánimo. Sin embargo, durante el envejecimiento la disminución en el número de células madre neurales conlleva una reducción en la generación de nuevas neuronas. Esto provoca la aparición del deterioro cognitivo, la ansiedad y la depresión asociados con la edad, entre otras consecuencias.
En la búsqueda de señales
¿Cómo es posible intentar detener este proceso de envejecimiento y lograr que el cerebro se mantenga joven durante toda la vida? Si el objetivo está puesto en potenciar la neurogénesis y preservar la producción de nuevas neuronas, es imprescindible comprender la maquinaria molecular implicada en este mecanismo. Allí apuntaron los investigadores a cargo del nuevo estudio, publicado en la revista Scientific Reports.
El principal escollo para definir los procesos moleculares relacionados con la preservación de las células madre neurales es la ausencia de marcadores biológicos específicos para identificar a estas células en el cerebro y, de esta manera, poder actuar sobre ellas. Los científicos llaman marcadores a determinadas señales químicas que hagan posible «ver» a las células madre neurales en el cerebro humano.
Por ejemplo, encontrar proteínas que estén presentes en la superficie de dichas células es una de las opciones para hallar los deseados marcadores. Mediante experimentos en ratones y analizando otros estudios, los científicos se concentraron en esta búsqueda y arribaron a su principal hallazgo: la identificación de la proteína BASP-1 en la superficie de las células madre neurales.
Un avance trascendente
Según explicó la Dra. Mirjana Maletić-Savatić, líder del equipo de investigadores, «utilizando un nuevo anticuerpo encontramos que BASP-1 se encuentra solamente en las células madre neurales en los cerebros de mamíferos, incluidos los humanos, durante el desarrollo en el útero y después del nacimiento. En consecuencia, como no aparece en otros tipos de células, es factible utilizar esta proteína como marcador para identificar a estas estructuras responsables de la generación de nuevas neuronas», indicó.
A partir del descubrimiento de este biomarcador, los científicos contarán con más herramientas para comprender mejor la relevancia y los complejos mecanismos de la neurogénesis. «El objetivo final de nuestra investigación es mantener la neurogénesis durante toda la vida al mismo nivel que se encuentra en los cerebros jóvenes, para prevenir el deterioro de nuestras capacidades cognitivas y reducir la tendencia a los trastornos del estado de ánimo como la depresión a medida que envejecemos», agregó Maletić-Savatić.
Resolver los misterios de la producción de neuronas jóvenes y cómo mantener ese proceso a lo largo del tiempo hará posible el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos para tratar y controlar los trastornos neurológicos y, quizás algún día, hacer realidad el sueño de preservar un cerebro joven y dinámico a lo largo de toda la vida de un ser humano.