“Estos fósiles demuestran que el área solía ser un bosque tropical templado y que la vida era rica y abundante aquí en las Mesetas Centrales”, explica uno de los principales autores del estudio, Matthew McCurry, de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
El paleontólogo subraya que el hallazgo incluye huellas de varias nuevas especies de arañas de trampilla, cigarras gigantes, avispas y peces en muy buen estado de conservación.
Al examinar los fósiles más de cerca con la ayuda de un microscopio electrónico, los investigadores pudieron ver las células y hasta algunas estructuras subcelulares de los especímenes, entre ellas los melanosomas que les ayudarán a reconstruir los patrones de colores de las aves y los peces que habitaron en la zona.