Hallan dos arañas cuyos ojos brillan 110 millones de años después de su muerte

Los arácnidos tienen una estructura ocular igual que la de los gatos o los murciélagos.

Una de las arañas encontradas y cuyos ojos aún relucen en la oscuridad 110 millones de años después de su muerte / Paul Selden

Encontrar un fósil de araña que no esté conservado en ámbar es extraordinariamente difícil: los arácnidos no poseen estructuras duras como huesos o exoesqueletos. Por ello, cuando unos investigadores del Instituto de Investigación Polar de Corea y la Universidad de Kansas encontraron dos especímenes enterrados en el área poco inexplorada de la Formación Jinju (en Corea del Sur) se quedaron perplejos. Pero estas arañas tenían algo más que les hacía especiales y que ha asombrado a los científicos: a pesar de haber muerto hace más de un millón de siglos, sus ojos aún siguen brillando en la oscuridad.

La zona donde han sido halladas data de hace entre 252 y 66 millones de años (dentro de la llamada era Mesozoica), si bien los arácnidos encontrados tienen 110 millones de años. «Debido a que estas arañas se conservaron como extrañas y finas manchas en roca oscura, lo inmediatamente obvio fue el gran tamaño de sus ojos brillantes y marcados. Nos dimos cuenta de que debía ser la tapeta lucida de la araña, que es una estructura reflectante en los ojos por donde entra la luz y rebota en las células de la retina», explica Paul Selden, geólogo de la Universidad de Kansas, para «Science» tras publicar un estudio en la revista « Journal of Systematic Palaentology».

Ojos como los de los gatos

Estas arañas, cuyo nombre científico es Koreamegops samsiki Jinjumegops dalingwateri, contarían así con el sistema de los gatos o murciélagos por el que gracias a un tejido situado en la parte posterior del ojo de los animales se crea un «efecto espejo» que permite al animal en cuestión, normalmente de vida nocturna, mejorar su visión en condiciones de poca luz.

De hecho, es tan raro que los investigadores apuntan a que puede ser el primer fósil que presenta esta estructura bien conservada en arañas. «Es bueno tener características excepcionalmente bien conservadas de la anatomía interna como la estructura de los ojos como en estas arañas. En realidad, no es frecuente que se consiga algo así en un fósil», señala Selden.

Una conservación excepcional

La mayoría de las arañas antiguas se han descubierto en ámbar principalmente porque ayuda a preservar los cuerpos blandos como los de los arácnidos. Sin embargo, esta «cárcel del tiempo» tiene algunos inconvenientes: si estos dos arácnidos se hubiesen encontrado en ámbar, probablemente no habrían conservado la tapeta lúcida del interior de su ojo, ya que al no tener un revestimiento duro, se habrían descompuesto muy fácilmente.

Para conservarse necesitan una situación especial en la que estas arañas estuvieran alejadas de las bacterias descomponedoras, hundidas en el agua (aunque los cadáveres de arácnidos normalmente flotan). «Tal vez hubo algún evento catastrófico que provocó una floración de algas que las atrapó y las hundió», aventuran en una conjetura los investigadores. «Realmente no sabemos qué causó esto, pero algo mató a muchos animales alrededor del lago de una vez o anualmente», concluyen. Y estas arañas no están solas: recientemente se han encontrado otros diez especímenes de arácnidos -incluidas las dos mencionadas-, lo que ha elevado de una a once las especies encontradas en Formación Jinju.

ABC