Estas esponjas marinas de 890 millones de años podrían ser los primeros animales

Un hallazgo sorprendente sitúa el origen de la vida animal más atrás de lo que se creía.

La simplicidad de las esponjas marinas las ha hecho una de las más fuertes candidatas al animal más viejo del planeta. Esto ha sido reforzado recientemente por una investigación publicada en la revista Nature. Elizabeth Turner descubrió estructuras fosilizadas de esponjas que al parecer existieron hace cientos de millones de años.

El trabajo de Turner sugiere que estas formas simples podrían haber poblado los océanos desde hace ochocientos noventa millones años, lo cual las haría, por mucho, los animales más viejos del planeta.

El descubrimiento fue realizado en las calizas de Little Dal en el noreste de Canadá y todavía está por confirmarse, pero no deja de ser un acontecimiento en el mundo de la paleontología.

Este tipo de descubrimientos suelen ir acompañados de controversia y este no es la excepción. Actualmente no existe consenso en los tipos de pruebas que deben admitirse para distinguir a los animales de otras formas de vida. Por ello el paleontólogo Jonathan Antcliffe le dijo a la revista National Geographic: “Lo que tenemos es básicamente algo como la prueba de las manchas de tinta de Rorschach, pero en este caso con garabatos en una roca”.

Turner difiere y señala que los fósiles recién encontrados tienen importantes similitudes con las esponjas actuales, con sus características “mallas”. Son como las esponjas que se usan comúnmente en el baño.

Los científicos han utilizado evidencia genética para determinar que las esponjas primero aparecieron en un periodo que se extiende de hace 541 millones a mil millones de años, pero no se había encontrado fósiles que correspondieran a esta hipótesis.

Las antiguas esponjas vivieron en agujeros y hendiduras en grandes arrecifes generados por bacterias capaces de transformar energía luminosa en energía química, lo que proveía una posible fuente de alimento para las esponjas.

La fecha de ochocientos noventa millones de años las remonta a un periodo previo a un evento crucial en la vida del planeta, según la narrativa paleontológica. Hace ochocientos millones de años se incrementaron los niveles de oxígeno de la tierra, lo que permitió la diversificación de la vida animal.

Esta es la versión que prevalece hoy en día. El trabajo de Turner apunta a que este evento seminal habría causado, más que la aparición de la vida animal, su diversificación. Más tarde hubo grandes eras de glaciaciones (y las esponjas atravesaron indemnes estos lapsos).

El debate en la comunidad científica en torno al descubrimiento de Turner está en marcha y hay varios geólogos y paleontólogos escépticos. Posiblemente veremos nuevos estudios que confirmen o refuten este hallazgo. Queda mucho por delante, seguramente habrá nuevas sorpresas.

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