David Charles Grusch, ex-funcionario de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y de la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), en Estados Unidos, ha brindado amplia información clasificada sobre programas encubiertos del gobierno estadounidense: a través de estos informes se habrían ocultado naves recuperadas intactas y parcialmente intactas de origen no humano, de acuerdo a lo indicado.
Además de aportar esta información para un artículo de investigación publicado en The Debrief, una revista especializada en ciencia, tecnología y seguridad, Grusch denunció formalmente que los datos sobre las supuestas naves alienígenas han sido retenidos ilegalmente, impidiendo su conocimientos por parte del Congreso de Estados Unidos. También indicó que sufrió represalias ilegales por sus revelaciones confidenciales: otros ex-funcionarios que decidieron hablar sobre estos temas habían denunciado anteriormente presiones similares.
Vale recordar que Grusch se desempeñó como representante de la oficina de reconocimiento ante la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP), ahora llamados “fenómenos anómalos no identificados” y conocidos históricamente como OVNIS, desde 2019 a 2021. En tanto, desde finales de 2021 hasta julio de 2022, Grusch fue el codirector de NGA para el análisis de UAP y su representante en el grupo de trabajo. No se trata, en consecuencia, de alguien que solamente opina sin un acceso real y concreto a la información.
“No estamos hablando de orígenes o identidades prosaicas: el material incluye vehículos intactos y parcialmente intactos de origen exótico, o sea desarrollados por inteligencia no humana, ya sea extraterrestre o de origen desconocido. Esta evaluación se basa en las morfologías de los vehículos, las pruebas de ciencia de materiales, las composiciones atómicas únicas y las firmas radiológicas nunca antes identificadas”, dijo Grusch a los periodistas de The Debrief.
Un tema en auge
Estas revelaciones se producen en un contexto social en el que abundan noticias, informes y especulaciones sobre esta temática. En junio de 2021, un informe de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos indicó que entre 2004 y 2021 se concretaron 144 encuentros entre pilotos militares y fenómenos UAP, 80 de los cuales fueron capturados en múltiples sensores. Solo uno de los 144 encuentros se pudo explicar con certeza y se clasificó como un globo, según informa The Guardian.
Posteriormente, el Pentágono estableció la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO), encargada de rastrear y analizar los fenómenos UAP, en julio de 2022. En diciembre del año pasado, esta oficina informó que había recibido cientos de informes nuevos, pero que hasta el momento “no había registrado evidencias de vida extraterrestre o de vehículos con ese origen”.
Al mismo tiempo, las afirmaciones y la denuncia de Grusch se producen después de que un panel de expertos de la NASA, encargado de investigar fenómenos UAP, dijera recientemente que el estigma en torno a este tipo de encuentros y el acoso a quienes informan e investigan estaba obstaculizando su trabajo. Sin embargo, en línea con el Departamento de Defensa, también expresó que aún no existen evidencias de que los fenómenos UAP sean de origen extraterrestre, aunque también reconoció que un porcentaje importante de los mismos aún no tienen explicación.
Otro ingrediente clave, que se suma al creciente interés social por estas temáticas, es el aporte científico de Abraham Loeb, físico de la Universidad de Harvard que impulsa el Proyecto Galileo, orientado a buscar rastros de vida inteligente y tecnología alienígena en el Universo bajo estrictos criterios científicos. Incluso, en marzo de este año se conoció un trabajo científico firmado por Loeb y Sean Kirkpatrick, el propio director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Pentágono, que sugiere la presencia de una nave nodriza extraterrestre observando nuestro Sistema Solar desde un punto estratégico del mismo.