Es el momento de los aerogeneradores domésticos

La creciente demanda de sistemas útiles para el autoconsumo eléctrico ha dado un enorme protagonismo a los sistema fotovoltaicos. Pero hay otras alternativas para generar electricidad en el ámbito doméstico y rural.

Petr Kratochvil / CC0 Public Domain

Los aerogeneradores, los populares molinos de viento equipados con un sistema de producción eléctrica, pueden ser usados para esta tarea de forma eficiente y exenta de complicación. Sus antepasados servían para moler grano o para sacar agua de pozos. Ahora pueden producir electricidad limpia.

Naturalmente, no estamos hablando de los grandes aerogeneradores industriales, sino de pequeños sistemas domésticos que aprovechan la fuerza del viento, aunque este sea escaso, para producir una cantidad notable de electricidad para su consumo directo o para su almacenamiento en baterías. De hecho, los aerogeneradores domésticos pueden formar parte de una instalación que ya disponga de paneles solares, ya que son compatibles, ayudando a producir cuando hay poco sol pero en cambio sí suficiente viento para mover sus palas.

No es necesario en absoluto que la zona en la que se instalen esté protagonizada por un viento fuerte constante. Hay ubicaciones especialmente adecuadas en ese sentido, pero en otras no tan dotadas pueden ser igualmente útiles, cogenerando o como generadores principales.

Dado que mejoran su rendimiento con la altura, son instalados en el extremo de mástiles altos, al menos 10 m más arriba de cualquier obstáculo que pueda bloquear el viento que hará girar sus palas. Por otro lado, no necesitan ser demasiado grandes dado que la tecnología actual permite obtener una gran cantidad de energía con el menor viento posible.

De igual manera que la energía eólica es una de las principales fuentes verdes en un país como España, los aerogeneradores domésticos pueden ser una muy buen alternativa o complemento a los más conocidos sistemas fotovoltaicos.

Instalación y funcionamiento de aerogeneradores domésticos

Instalados con la orientación correcta para aprovechar al máximo su potencial, tras un estudio que pueden llevar a cabo los profesionales, los aerogeneradores domésticos funcionarán con un mínimo mantenimiento durante mucho tiempo. Debido a su naturaleza mecánica, solo será necesaria una revisión anual para asegurar que actúa sin vibraciones y aprovechando al máximo sus capacidades. En general, sus componentes son resistentes y están fabricados para operar en exteriores, sin que la lluvia o el mal tiempo les afecte. Sus palas están hechas de fibra de vidrio e incluso de materiales basados en carbono, prolongando su garantía.

Uns instalación tipo podría consistir en un molino pequeño capaz de generar 600 vatios, muy útil para trabajar junto a otra de tipo solar. Pero los hay de miles de vatios y palas de varios metros de diámetro. Los aerogeneradores domésticos están disponibles en tres tipos de voltaje (12, 24 y 48 voltios), para que los podamos hacer compatibles con instalaciones solares. A diferencia de estas últimas, pueden operar de día y de noche, siempre que haya suficiente viento (al menos con una velocidad de 2 a 4 m/s). Este hace mover sus palas, que a su vez hacen girar el eje que engranará en un multiplicador de velocidad. Por último, un generador eléctrico aprovechará ese rápido movimiento giratorio, en un sistema que actúa de forma contraria a un motor eléctrico. Un sistema mecánico mantendrá siempre las palas en dirección al viento para aprovechar su máximo poder mecánico, y en la inclinación más apropiada.

Si el viento es muy fuerte (normalmente trabajan hasta unos 15 m/s), y se alcanzan velocidades que superen los 25 m/s, el sistema se desactivará para evitar daños.

NCYT