Encuentran la pieza más antigua del calendario maya en una ciudad oculta de Guatemala

La pieza del calendario maya encontrada en San Bartolo, Guatemala, revela el trabajo de ‘múltiples escribas’ sobre las paredes de una pirámide.

Proyecto Arqueológico regional de San Bartolo-Xultún

El sitio fue descrito como una ‘Pompeya‘ latinoamericana. Así como en las ruinas de la antigua ciudad italiana, los murales que se encontraron al interior de una pirámide en El Petén estaban perfectamente conservados, con colores e imágenes muy bien definidas. Por ello, se decidió nombrarla como ‘Las Pinturas’, uno de los vestigios arqueológicos más ricos en la localidad de San Bartolo, Guatemala.

El sitio no es nuevo. Por el contrario, la Universidad de San Carlos de Ciudad de Guatemala empezó a estudiarlo en 2004. Desde entonces, las excavaciones no se han detenido. Por el contrario, en medio de la jornada de investigación más reciente, un equipo de arqueólogos de la misma institución encontró la que podría ser la pieza más antigua del calendario maya.

7-venado, una ventana a la civilización maya

Representación del dios del maíz maya, Ixbalamque / HEATHER HURST

Los miles de fragmentos de murales encontrados en Las Pinturas ofrecen «una ventana a la antigua civilización», escribe Ana Gibbs para Science News. Específicamente, dos piezas encontradas del calendario maya que, unidas, podrían ser el primer registro escrito de una fecha en la historia de la región.

De acuerdo con el equipo del Proyecto Arqueológico regional de San Bartolo-Xultún, la pieza del calendario maya recientemente encontrada registra 7-venado. Según explican para Science Reports, esto confirma que formó parte del almanaque sagrado de la civilización, que constaba de 260 días solares:

«EL REGISTRO DE 7-VENADO REPRESENTA EL EJEMPLO MÁS ANTIGUO DEL CALENDARIO MAYA CON FECHA SEGURA Y ES IMPORTANTE PARA COMPRENDER EL DESARROLLO DE LA CUENTA DE 260 DÍAS Y LOS ASPECTOS ASOCIADOS DE LA RELIGIÓN MESOAMERICANA Y LA CIENCIA COSMOLÓGICA», ESCRIBEN LOS AUTORES EN EL ESTUDIO.

Esta pieza del calendario maya, según los arqueólogos guatemaltecos, se presentó junto con otros 10 fragmentos. En conjunto, arrojan luz sobre una antigua tradición de escritura sagrada, que se cultivó con «múltiples manos de escribas y murales que combinan textos con imágenes de un complejo ritual temprano».

Un sistema de más de 2 mil años

De acuerdo con los registros de la Universidad de San Carlos, el sistema de escritura sagrada que se representa en los murales persistió durante al menos 1,800 años antes de que llegaran los españoles. Y lo que es más: los investigadores piensan que ya existía incluso siglos antes de que empezara a trazarse en los murales.

Además de ser un registro escrito del tiempo para la civilización maya, estos fragmentos arrojan luz sobre la cosmovisión de esta cultura. No sólo a nivel agrario, sino de la relación que tenían con el universo y con las fuerzas de la naturaleza. Finalmente, fue la base de sus predicciones para la agricultura, y a la vez, para determinar el destino de las personas.

Los 10 fragmentos encontrados revelan, además, que varios escribas trabajaron en este espacio. Cada uno con su estilo, plasmó fechas importantes en las paredes de ‘Las Pinturas’, en San Bartolo. Y lo que es más: es evidencia concluyente de que los mayas tenían un calendario solar, como nosotros actualmente, pero también uno ritual. Justamente a éste último pertenece ‘7-venado’, la pieza más vieja del calendario maya de la que se tiene registro hasta ahora.

NG