Elisabeth Daynès: la paleoartista que reconstruye rostros a partir de huesos
June 29, 2018 El Mundo , NoticiasEsta artista consigue unos resultados tan hiperrealistas que resultan asombrosos. La técnica con la que Elisabeth Daynès reconstruye rostros y cuerpos de homínidos y seres prehistóricos, junto con su talento han dado frutos cómo estos…
Elisabeth Daynès, nacida en 1960 en Francia, es una de las expertas más reconocidas de la actualidad en la reconstrucción de nuestros antepasados homínidos a partir de sus huesos fósiles. Su obra derrocha calidad y se exhibe en los museos de todo el mundo. Ha obtenido numerosos premios, entre los que se encuentran algunos de los más prestigiosos dentro de su especialidad. Por ejemplo, en el año 2010 ganó el J. Lanzendorf PaleoArt Prize, dentro de la categoría de Arte Tridimensional.
En sus comienzos, en 1981, esta singular artista empezó a trabajar en una compañía de teatro (concretamente en el Théâtre de la Salamandre, en Lille), creando máscaras hiperrealistas que utilizaban en las producciones teatrales. En 1984 estableció su propio estudio en París, Atelier Daynès, y contactó con varios laboratorios científicos. En 1988, recibió la solicitud de esculpir a un mamut junto a algunos homínidos por parte del Thot Museum. Debía realizar la reconstrucción a partir de unos restos óseos de 11.000 años de antigüedad. El proyecto fue un éxito.
“Inmediatamente comprendí que la relación entre la creatividad y la investigación científica puede ser infinita y fascinante”, comentó Daynès en el año 2014 en una entrevista para la revista Smithsonian.
Investigación científica, innovación tecnológica y arte
Desde ese primer proyecto, Elisabeth Daynès se dedica con entusiasmo a la paleo-reconstrucción. Se considera una escultora especializada en la prehistoria, deseosa de revelar todos los secretos que se esconden tras los huesos antiguos. Sus reconstrucciones son tan realistas que nuestros antepasados parecen volver a la vida. “Mi arte es una síntesis entre la imaginación y la observación científica”.
Comienza realizando un molde de yeso del cráneo y, con la ayuda de algunas técnicas asistidas por ordenador, añade sobre él los “músculos” de arcilla, construyendo capas para imitar la carne. A continuación, hace un molde con silicona y pinta la piel. Suele emplear cabello humano para el pelo. Las prótesis dentales de resina y los ojos de cristal completan la escultura.
“Los neandertales son mis favoritos. Mucha gente pensaba que eran brutales y estúpidos, pero ahora sabemos que construyeron herramientas, por ejemplo. Al terminar, observo a ese hombre y sé que era compasivo, no estúpido”.