El tesoro romano de Tomares tiene un valor de casi medio millón de euros

En la localidad sevillana de Tomares fueron descubiertas 19 ánforas en 2016, que contenían 53.208 monedas romanas de bronce de los siglos III y IV. El tesoro, encontrado de manera accidental durante unos trabajos de canalización eléctrica, ha sido valorado en 468.230 euros por expertos en tasación.

El tesoro de Tomares (Sevilla) fue descubierto en 2016. Está constituido por 19 ánforas con un total de 53.208 monedas romanas de los siglos III y IV. / Exposición Museo Arqueológico de Sevilla

El tesoro de Tomares, localizado de forma accidental el 27 de abril de 2016 durante unos trabajos de canalización eléctrica en el parque metropolitano del Olivar del Zaudín del municipio sevillano, está integrado por 53.208 monedas romanas de los siglos III y IV y tiene un valor de 468.230 euros.

Esta es la conclusión del estudio realizado por una comisión de expertos encargada de su tasación con vistas a determinar el premio legal que pudiera corresponder a los descubridores del hallazgo.

Los miembros de la comisión otorgan un valor medio de ocho euros a cada pieza, teniendo en cuenta que 49.277 son monedas sin limpiar, lo que supone una cantidad total de 425.664 euros. A dicha valoración se le suma un 10 % (42.566 euros) al tratarse de un hallazgo documentado arqueológicamente y que se exhibirá en un contexto educativo y museístico.

Está repartido en 19 ánforas, de las que diez se fragmentaron por el impacto de la maquinaria, pero nueve permanecieron intactas

El tesoro estaba repartido en 19 ánforas, de las que diez se fragmentaron al sufrir el impacto de la maquinaria, pero nueve permanecieron intactas y cerradas. Su valoración se ha realizado a partir de las conclusiones del informe de los equipos técnicos del Museo Arqueológico de Sevilla, encargado del desembalaje y la manipulación de las piezas, y del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que se ha ocupado del trabajo de documentación y de la videoendoscopia.

El tesoro se exhibirá en este centro museístico de la capital hispalense y en la Hacienda Montefuerte de Tomares, una vez concluyan los trabajos para adecuar este espacio que data del siglo XVI como recinto cultural y museístico, han indicado fuentes de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

Atendiendo a la recomendación de los expertos, se acordó que, para documentar el contenido de las ánforas, no era necesario inspeccionar los nueve recipientes sellados, por lo que se seleccionaron cuatro para su estudio por videoendoscopia. En algunas de ellas, la pérdida de material dejó una apertura para introducir la sonda. En otras, se retiró la mínima cantidad de tierra necesaria con instrumental específico para el videoendoscopio. El material extraído se recogió para su posterior análisis.

Un tesoro de 600 kilos

El estudio técnico ha confirmado que el tesoro de Tomares –con un peso aproximado de 600 kilos– se sitúa en el periodo de la Tetrarquía, sistema de gobierno instaurado por el emperador Diocleciano en el año 293 d. C. basado en la división administrativa del Imperio Romano en cuatro áreas, en las que ejercían el poder dos augustos y dos césares. Esta organización sólo duró veinte años, hasta la reunificación del poder en el 313 d. C. por el último augusto, Constantino.

El hallazgo se sitúa en el periodo de la Tetrarquía, sistema de gobierno instaurado por el emperador Diocleciano en el año 293

Durante el análisis con videoendoscopio se han podido observar monedas que ofrecían una lectura parcial de sus leyendas, identificándose piezas de Diocleciano, Maximiano, Galerio Maximiano y Constancio, con una cronología entre el 294 y el 310 d. C. También se ha documentado que la tierra ha penetrado en el interior de los recipientes, así como la presencia de algunas raíces y pequeños animales (restos de un  caracol) en las ánforas que presentaban algún orificio.

En líneas generales, las monedas de bronce presentan un buen estado de conservación –en, al menos, el 15 % de ellas, es muy bueno–  siendo las piezas que se encuentran en contacto con las paredes de la cerámica las que han sufrido mayor deterioro. Además, se ha constatado que, aunque están en contacto unas con otras, no forman un bloque compacto, sino que están separadas. Las monedas eran de uso corriente, utilizadas en pagos habituales por los ciudadanos.

Finalmente, la investigación indica que, en algún momento del primer tercio del siglo IV, las 19 ánforas fueron usadas como ‘huchas’ o ‘caja de caudales’ y depositadas en el sótano o bajo el suelo de un almacén construido en el siglo III. Este edificio fue arrasado hasta sus cimientos, entre la segunda mitad del siglo V y los inicios de la siguiente centuria.

SINC