El sonido puede afectar a nuestro equilibrio
March 17, 2020 Bienestar , NoticiasLo que la gente oye y no oye puede tener un efecto directo en su equilibrio, según una nueva investigación de la New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai (NYEE).
La investigación, publicada en la revista Otolaryngology-Head & Neck Surgery, proporciona una mejor comprensión de la relación entre la pérdida de audición y por qué las personas caen, especialmente en la población anciana. Lo encontrado podría llevar a los médicos a examinar la pérdida de audición en pacientes con alto riesgo de caídas, detectarla en sus primeras etapas y tratarla rápidamente.
Las caídas, en particular, son la principal causa de lesiones mortales en los Estados Unidos. “Estudios anteriores han demostrado que la pérdida de audición es un factor de riesgo independiente para las caídas, incluso para aquellos que no se marean. Sin embargo, nunca se ha comprendido del todo la razón de ello, aunque se cree que está relacionado con el oído interno. Este estudio descubrió que los sonidos que oímos afectan a nuestro equilibrio al darnos información importante sobre el entorno. Utilizamos la información sonora para mantenernos en equilibrio, especialmente en los casos en que otros sentidos, como la visión o la propiocepción, están comprometidos”, dijo la autora principal Maura Cosetti, Profesora Asociada de Otorrinolaringología en la Escuela de Medicina de Icahn en Monte Sinaí, y Directora del Instituto del Oído en NYEE. “El equilibrio es complicado e implica la coordinación de muchas entradas sensoriales diferentes. Cuando las personas se caen, los médicos suelen centrarse en los problemas de visión, comprueban si hay neuropatía en los pies y problemas óseos, e ignoran por completo los problemas relacionados con la audición. Esta revisión destaca la importancia de la audición para nuestro sentido del equilibrio. Y debido a que la pérdida de audición es tratable, la revisión de la audición es un primer paso crucial”.
En este estudio, un equipo de investigadores de Monte Sinaí y de la Escuela de Cultura Steinhardt de la Universidad de Nueva York llevó a cabo un análisis exhaustivo de todas las investigaciones publicadas desde el inicio que investigaron la asociación entre el sonido y el equilibrio estando de pie. Examinaron 28 artículos médicos que involucraban a más de 700 pacientes. Muchos de los estudios se centraron en campos que los médicos que tratan las caídas no encontrarían normalmente, como la ingeniería de sonido, la informática, la física y la psicología. Los autores combinaron todos los estudios y buscaron tendencias en los datos.
Los estudios analizaron principalmente a adultos sanos, pero también observaron a pacientes con ceguera congénita, pérdida vestibular (daños en el oído interno que causan problemas de equilibrio y de la vista, incluido el vértigo) y diferentes niveles de pérdida de audición. Todas las investigaciones examinaron cómo los sonidos afectaban a la capacidad de una persona para mantener el equilibrio mientras estaba de pie, a menudo con los ojos cerrados y cuando estaba de pie sobre una superficie flexible y blanda. También examinaron cómo el uso de auriculares con cancelación de ruido (una completa falta de sonido) afectaba al equilibrio. Algunos estudios reprodujeron ruido blanco o estático, mientras que otros utilizaron sonidos ambientales como la charla de un cóctel o el agua corriente. Descubrieron que las personas tenían más dificultades para mantener el equilibrio o permanecer inmóviles en una superficie irregular cuando había silencio, pero que tenían mejor equilibrio al escuchar los sonidos.
Conclusiones del estudio
Los autores encontraron que el tipo de sonido era importante cuando se trata de equilibrio. Más específicamente, el ruido de fondo continuo (normalmente estático) era el más útil para que los sujetos mantuvieran su centro de gravedad. Algunos tipos de sonidos en realidad causaban un mal equilibrio; por ejemplo, algunas personas que escuchaban el sonido que saltaba de un lado a otro a través de los auriculares (es decir, pitidos que iban de izquierda a derecha) tenían dificultades para mantenerse erguidos. Los autores creen que esto puede deberse a que el sonido puede actuar como “ancla auditiva”. Más específicamente, la gente usa sonidos como el ruido blanco para ayudar a crear inconscientemente una imagen mental del entorno para mantenerse en pie. El análisis de la investigación también mostró que el sonido se volvió más importante para el equilibrio cuando a los sujetos se les asignaron tareas de equilibrio difíciles (por ejemplo, pararse en un piso en movimiento) o si los pacientes tenían problemas sensoriales preexistentes. Cuando las personas con pérdida de visión, pérdida de audición o problemas de equilibrio escucharon sonidos estacionarios, su postura mejoró drásticamente. Esto sugiere que las personas confían más en la audición cuando otros sentidos están impedidos.
“Esta investigación sugiere que los sonidos pueden tener un efecto estabilizador en el equilibrio -quizás actuando como un ancla en la que los pacientes pueden apoyarse cuando otros sentidos son menos confiables- y muestra que el hecho de no poder escuchar los sonidos resulta en un equilibrio más pobre. En última instancia, la incapacidad de oír pone a los pacientes en un mayor riesgo de inestabilidad y caídas”, añade el Dr. Cosetti. “Los pacientes ancianos tienen una serie de factores que los ponen en mayor riesgo de caídas, y la pérdida de audición es un contribuyente significativo y poco reconocido. La pérdida de audición relacionada con la edad es prevalente, afectando a hasta dos tercios de los mayores de 70 años, y debe ser considerada y revisada en aquellos con alto riesgo de caídas. Las investigaciones futuras confirmarán si el tratamiento de esa pérdida de audición (con audífonos u otros implantes) servirá también como una especie de ‘ayuda para el equilibrio’, como un bastón, dando acceso a información importante que podría utilizarse para mejorar el equilibrio y disminuir el riesgo de caídas”.
El análisis puso de manifiesto grandes lagunas en la investigación sobre la pérdida de la audición y el equilibrio. Se necesitan estudios futuros que examinen los diferentes niveles de pérdida de audición, y cómo los audífonos e implantes cocleares afectan al equilibrio. Los investigadores añadieron que se necesitan más estudios que utilicen sonidos cotidianos como el tráfico o los centros comerciales o los aeropuertos para comprender mejor los riesgos de caídas en personas con pérdida de audición. Además, es necesario realizar más estudios centrados en los adultos mayores.