El Premio Nobel de Física 2020 otorgado a una investigación sobre el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea llevada a cabo con telescopios de ESO

Reinhard Genzel y Andrea Ghez han sido galardonados conjuntamente con el Premio Nobel de Física 2020 por su trabajo sobre el agujero negro supermasivo, Sagitario A*, situado en el centro de nuestra galaxia. Genzel, director del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, en Alemania, y su equipo, han realizado observaciones de Sagitario A* durante casi 30 años utilizando una flota de instrumentos instalados en telescopios del Observatorio Europeo Austral (ESO).

El centro de la Vía Láctea

Genzel comparte la mitad del premio con Ghez, una profesora de la Universidad de California (Los Ángeles, Estados Unidos), “por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia”; la otra mitad ha sido otorgada a Roger Penrose, profesor de la Universidad de Oxford (Reino Unido), “por descubrir que la formación de agujeros negros es una predicción robusta de la teoría general de la relatividad”.

“¡Felicidades a los tres premiados con el Nobel! Estamos encantados de que la investigación sobre el agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia haya sido reconocida con el Premio Nobel de Física 2020. Estamos orgullosos de que los telescopios que ESO construye y opera en sus observatorios en Chile hayan jugado un papel clave en este descubrimiento”, afirma el Director General de ESO, Xavier Barcons.“El trabajo realizado por Reinhard Genzel con telescopios de ESO y por Andrea Ghez con los telescopios Keck, en Hawái, ha permitido una visión sin precedentes de Sagitario A*, que ha confirmado las predicciones de la relatividad general de Einstein”.

ESO ha trabajado en colaboración muy estrecha con Genzel y su grupo durante unos 30 años. Desde principios de la década de 1990, Genzel y su equipo, en cooperación con ESO, han desarrollado instrumentos diseñados para rastrear las órbitas de las estrellas que se encuentran en la región de Sagitario A*, en el centro de la Vía Láctea.

Comenzaron su campaña en 1992 utilizando el instrumento SHARP, instalado en el Telescopio de Nueva Tecnología (NTT) de ESO, en el Observatorio La Silla, en Chile. Más tarde, para continuar su estudio de Sagitario A*, el equipo utilizó instrumentos extremadamente sensibles instalados en el Very Large Telescope(VLT) de ESO y en el VLTI (Very Large Telescope Interferometer ), en el Observatorio Paranal, en concreto los instrumentos NACOSINFONI y, después, GRAVITY.

En 2008, después de 16 años rastreando estrellas que orbitaban a Sagitario A*,el equipo obtuvo la mejor evidencia empírica de que existe un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia. Tanto el grupo de Genzel como el de Ghez trazaron con precisión la órbita de una estrella en particular, S2, que alcanzó la distancia más cercana a Sagitario A* en mayo de 2018. ESO llevó a cabo una serie de desarrollos y mejoras de infraestructura en Paranal con el fin de poder llevar a cabo medidas precisas de la posición y velocidad de S2. El equipo liderado por Genzel descubrió que la luz emitida por la estrella cercana al agujero negro supermasivo se estiró a longitudes de onda más largas, un efecto conocido como desplazamiento gravitatorio, confirmando por primera vez la relatividad general de Einstein cerca de un agujero negro supermasivo. A principios de este año, el equipo anunció que había visto el baile de S2 alrededor del agujero negro supermasivo,mostrando que su órbita tiene la forma de una roseta, un efecto llamado precesión de Schwarzschild que fue predicho por Einstein.

Genzel y su equipo también participan en el desarrollo de instrumentos que se instalarán en el ELT, el Telescopio Extremadamente Grande de ESO, actualmente en construcción en el desierto chileno de Atacama, lo que les permitirá sondear el entorno aún más cercano del agujero negro supermasivo.

ESO