El negocio ‘redondo’ de los defensores de la Tierra plana
April 6, 2018 El Mundo , NoticiasLos partidarios de las teorías conspirativas suelen estar convencidos de que la información que se les ofrece, que proviene de fuentes oficiales del Gobierno o de los científicos, es falsa y trata de ocultar la verdad.
Cada vez son más las personas que creen que la Tierra es plana y aseguran que la idea de que nuestro planeta es redondo forma parte de una conspiración orquestada por los gobiernos y por la NASA, entre otras estructuras oficiales, que tratan de ocultar la supuesta verdad. La razón por la que, a pesar de hallarnos en plena época de la información libre en Internet, el número de seguidores de esta teoría conspirativa sigue creciendo día a día, podría deberse a que se ha convertido en un negocio muy rentable para quienes lo promueven.
Internet, una red para nuevos adeptos
Internet y las redes sociales juegan un papel muy importante a la hora de recabar adeptos que defienden que la Tierra es plana y de difundir su mensaje.
Una de las herramientas más utilizada para difundir dicha teoría es YouTube, donde abundan los videos dedicados a ‘demostrar’ que la Tierra es plana. Sorprende ver cómo este tipo de publicaciones a veces superan el medio millón de visualizaciones, creando un intenso debate en los comentarios, como en el caso del documental ‘Impossiball‘, subido en el verano de 2017.
Asimismo, grupos como ‘Tierra Plana’, en los que se defiende esta teoría, son numerosos en Facebook, donde cuentan con miles de miembros que comparten diferentes materiales que ‘demuestran’ que la Tierra no es redonda como apunta la ciencia.
1,4 millones de dólares en expediciones
En noviembre del año pasado, un conjunto de organizaciones relacionadas con la defensa del ‘terraplanismo’ se reunió en la I Conferencia Internacional Tierra Plana, que organizó en Carolina del Norte (EE.UU.) Robin Davidson, autor de la película documental sobre la cuestión. Durante el discurso de inauguración, Davidson dijo que el evento suponía “el comienzo de una revolución que afectará a millones de personas”. El objetivo común de esta organización es “la verdadera investigación científica de la Tierra”, añadió el autor.
Entre los asistentes figuraba un representante de la FECORE, organización científica sin ánimo de lucro, que está dispuesta a gastarse 1,4 millones de dólares en la organización de diferentes expediciones científicas con el fin de comprobar si la Tierra es plana o no. La peculiaridad del proyecto reside en el hecho de que no depende de ningún gobierno o institución, sino que se financia íntegramente a través de las aportaciones económicas que hace la gente.
FECORE se financia a través de su página web. El precio de la suscripción oscila entre los 25 dólares por año hasta los 125 por seis meses. Asimismo, la organización ofrece la posibilidad de que los contribuyentes puedan participar en las misiones que se llevarán a cabo, entre las que se incluye un viaje a la Antártida. El precio del ‘pasaje’ que permite formar parte de la expedición es de cerca de 6.000 dólares, cifra que cubre todos los gastos, desde el viaje a bordo del The Spirit of Enderby, a la ropa especial o el vuelo de EE.UU. a Nueva Zelanda. La organización tiene previsto realizar dos misiones durante este año.
En los últimos años, varias figuras públicas han expresado su convicción de que la Tierra es, en realidad, plana. Buen ejemplo de ello son las declaraciones de algunos deportistas de élite, como el jugador de baloncesto de la NBA Kyrie Irving, que el año pasado dijo a la NBC que creía que nuestro planeta no es redondo. Y no es el único. El cantante de rap B.o.B. ha empezado a recaudar la estratosférica cifra de un millón de dólares a través de GoFundMe para “lanzar sus satélites al espacio” y, de esa forma, descubrir la verdad sobre cómo realmente se ve la Tierra desde el espacio. De momento, lleva recaudados casi 7.000 dólares.
La época de la ‘post-verdad’
Diana Popescu, doctoranda en la Escuela de Ciencias Políticas y Económicas de Londres, vincula el arraigo de estas teorías conspirativas entre la población con el hecho de que nos encontremos en la época de la ‘post-verdad’, que se caracteriza por el amplio desarrollo de los medios de comunicación digitales y la pérdida de importancia de la verdad.
Precisamente, quienes apoyan estas teorías están convencidos de que la información que se les ofrece, que proviene de fuentes oficiales del Gobierno o de la comunidad científica, es falsa y se intenta ocultar la verdad.