El lado musical de la Luna: diez canciones para cantar a 50 años del alunizaje
July 19, 2019 El Universo , NoticiasDel tema interpretado por Frank Sinatra que sonó en la misión Apolo 11 y la historia del Major Tom de David Bowie a The Police grabando en la NASA y la Luna roja de Soda Stereo.
“Fly Me to the Moon”
Frank Sinatra
Inmortalizada por Frank Sinatra en 1964, en realidad la canción fue compuesta en 1954 por Bart Howard para la cantante Kaye Ballard, bajo el título “In Other Words”. Su asociación con la carrera espacial es notoria: la versión de Sinatra sonó en la misión Apolo 10, la primera en orbitar la Luna, y fue la primera canción en sonar allí, luego de que Buzz Aldrin la reprodujera a través de un dispositivo portátil, el 20 de julio de 1969. Diana Krall la interpretó para los 40 años de la llegada del hombre a la Luna, y volvió a cantarla en 2012, en una misa homenaje a Neil Armstrong, comandante del Apolo 11.
“Man on the Moon”
R.E.M.
Conspiranoia alert. En el segundo single de Automatic for the People, R.E.M. rinde homenaje al comediante Andy Kaufman. Conocido por sus intervenciones en Taxi y la primera temporada de Saturday Night Live, Kaufman hacía lo posible por borrar la frontera entre él y los personajes que interpretaba, a veces poniendo en duda si no existían de verdad. Andy murió en 1984 víctima de un cáncer de pulmón, pero sus seguidores sugieren que fue todo una puesta en escena, y Michael Stipe parece adherir a esa idea: si te creíste que pusieron a un hombre en la Luna, te podés creer cualquier cosa.
“Space Oddity”
David Bowie
Aunque varios intentaron buscarle una línea narrativa escondida contando el minuto a minuto de un colocón de heroína, el single de David Bowie de 1969 estuvo pensado para coincidir en las bateas con el alunizaje, pero al final se publicó unos días antes, el 11 de julio. Inspirada en 2001: Odisea del espacio, la canción cuenta el viaje a las estrellas de Major Tom, un astronauta que queda boyando en la inmensidad galáctica, y fue usada por la BBC para su cobertura de la misión del Apolo 11. El propio Bowie resucitaría al protagonista para dos canciones más en su carrera: “Ashes to Ashes” (1980) y “Hallo Spaceboy” (1995).
“Walking on the Moon”
The Police
Casualidad o no, este corte del segundo disco de The Police llegó a la cima de los charts británicos en 1979. Como si el título y ese ritmo reggae tocado en gravedad cero no fueron referencias suficientes, el trío grabó el video del tema en el museo de la NASA, en Florida. Sin embargo, las referencias lunares terminan ahí: el propio Sting admitió que escribió la canción luego de un show en Munich y su correspondiente borrachera. Compuso el tema caminando en su habitación de hotel, y de hecho se iba a llamar “Walking Round the Room” hasta que el título le pareció “demasiado estúpido”.
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“Bad Moon Rising”
Credence Clearwater Revival
John Fogerty encontró la inspiración después de ver El Diablo y Daniel Webster o todo lo que el dinero puede comprar, una relectura del Fausto de Goethe dirigida por William Dieterle en 1941. En una de sus escenas, se desata un huracán que encendió la chispa creativa del líder de Creedence Clearwater Revival. “Es sobre el Apocalipsis a punto de visitarnos”, explicó Fogerty. La primera señal del fin del mundo es, claro, una luna que no despierta confianza. En el mundial de Brasil 2014, la hinchada argentina la adaptó para el cántico “Brasil, decime qué se siente”, algo que valió el reconocimiento del propio Fogerty en su página oficial de Facebook.
“Luna roja”
Soda Stereo
A tono con la veta experimental de Soda Stereo en esa época, el sexto tema de Dynamo parte de unas guitarras acuáticas que desembocan en una pared de distorsión y voces casi susurradas. La luna roja del título, que bien podría ser una alusión a la imagen de un eclipse lunar total como el de enero de este año es en realidad una referencia al HIV/SIDA, y la banda donó las regalías de la canción a la Fundación Huésped. En 2006, Gustavo Cerati posó para el calendario de la ONG y explicó que la canción está inspirada “en el peligro que significa no cuidarse y no cuidar al otro, porque a veces uno puede llegar a ser autodestructivo”.
“Siguiendo la luna”
Los Fabulosos Cadillacs
Cuando Sergio Rotman compartía casa con Fidel Nadal a principios de los 90, el volumen atronador al que el líder de Todos Tus Muertos escuchaba música obligaba al saxofonista a cerrar todas la puertas posibles para amortiguar la tortura sonora. En una de esas sesiones, una secuencia de acordes de los jamaiquinos The Gladiators terminó sentando las bases de este himno de Los Fabulosos Cadillacs en el que el reggae, el soul y el dub se dan la mano para acompañar una historia de pedido de perdón mutuo en el que las dos partes de una pareja la jodieron en demasía y con la luna de testigo.
“Brain Damage / Eclipse”
Pink Floyd
En rigor, The Dark Side of the Moon es una obra conceptual sobre la codicia, la fama y la insanía. Su medley final condensa en dos canciones algo que en el resto del disco es apenas tangible: el sol y la luna como representaciones de una serie de dualidades (vida y muerte, luz y oscuridad, bondad y maldad), y también las dos únicas menciones al satélite natural de la tierra en todo el álbum. Para Roger Waters, el último verso de última canción (“Todo lo que está por venir y todo bajo el sol está en sintonía, pero al sol lo eclipsa la Luna”) esconde la clave para descifrar el mensaje de la obra: “Es una declaración muy simple. Todas las cosas buenas que la vida puede ofrecer están ahí para que las comprendamos, pero alguna fuerza oscura en nuestra naturaleza nos impide aprovecharlas. La canción le dice al oyente que si se ve afectado por eso y lo preocupa, yo también siento exactamente eso mismo”.
“Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space”
Spiritualized
Jason Pierce ya había dedicado varios años de su carrera (en Spacemen 3 primero, y en Spiritualized después) al proceso autodefinido como “consumiendo drogas para hacer música para consumir drogas”. Con el corazón roto luego de que Kate Radley, su pareja y tecladista del grupo, lo dejase para casarse en secreto con Richard Ashcroft en 1995, Pierce compuso una sinfonía espacial en la que conviven la catarsis y las lágrimas de un corazón roto alimentado con psicofármacos. El proceso demandó dos años de creación y el aporte de una treintena de músicos para poder darle forma. En el tema que da nombre al disco, Spiritualized convierte al “Canon en re mayor” del alemán Johann Pachelbel en un jingle ideal para una publicidad de clonazepam contra todos males de este mundo, si tal cosa fuera legalmente posible.
“The Killing Moon”
Echo & the Bunnymen
La modestia no es el fuerte de Ian McCulloch, que suele definir a este single de Echo & the Bunnymen como “una de las canciones mejor escritas sobre la faz de la tierra” después de que la letra le llegase entre sueños. Humildad aparte, la banda de Liverpool alcanzó su cénit creativo en este tema de 1984, que toma los mismos acordes de “Space Oddity” (do y mi menor), invierte su orden y da como resultado una página oscura, tan misteriosa como atractiva. “Cuando la canto en vivo, sé que no hay una banda en el mundo que tenga un tema como este”, dijo McCulloch. Y tiene razón.