Es posible que haya cuatro depósitos subterráneos de agua debajo del polo sur de Marte. Los nuevos hallazgos, publicados esta semana en Nature Astronomy, sugieren que el planeta rojo alberga incluso más depósitos de agua líquida de lo que se pensaba.
El contexto: en 2018, un grupo de investigadores italianos utilizó las observaciones del radar del orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea y detectó un lago de agua líquida a 1,5 kilómetros bajo de la superficie de Marte. El lago, unos 20 kilómetros de largo, estaba cerca del polo sur, en el centro de un área de espeso hielo glacial llamado Depósitos en Capas del Polo Sur (South Polar Layered Deposits en inglés). Esas observaciones de radar fueron realizadas por el instrumento el Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding (MARSIS, o en español Radar Avanzado para la Investigación de la Ionosfera y del Subsuelo de Marte).
El nuevo estudio: dos años más tarde, después de un nuevo análisis del conjunto completo de datos del MARSIS (con más de 134 campañas de recogida de datos), los miembros de ese mismo equipo acaban de confirmar la presencia de ese cuerpo de agua. Pero, además, han encontrado pruebas de otros tres, cada uno a menos de 50 kilómetros del primero. El nuevo análisis aplica las lecciones aprendidas de diferenciar entre las condiciones subglaciales húmedas y secas en los datos de radar para la Antártida y Groenlandia.
Los cuerpos de agua recién descubiertos no parecen ser muy diferentes del encontrado en 2018. Se estima que tienen una longitud de entre 10 y 30 kilómetros. Todos comienzan a una profundidad de aproximadamente 1,5 kilómetros bajo tierra, aunque aún se desconoce su profundidad real.
El agua: Desde luego, el agua de Marte no es potable. La única razón por la que ha podido permanecer en estado líquido a pesar de las frías temperaturas en Marte es que probablemente tenga un elevado contenido en sal (salobre). Las sales pueden reducir significativamente el punto de congelación del agua. El calcio, el magnesio, el sodio y otros depósitos de sal se encuentran por todas partes en Marte, y algunos experimentos previos sugieren que las salmueras pueden formarse fácilmente en las regiones subpolares. Es probable que hayan permitido que estos lagos permanezcan estables durante miles de millones de años.
¿Y qué? El acceso al agua será un tema crucial para los futuros colonizadores de Marte, porque incluso aunque pueda ser desalada, llegar hasta ella requeriría una intensa perforación. Hay mucha más superficie de hielo en los polos marcianos, la cual sería mucho más accesible y aprovechable.
Lo más interesante de estos lagos subterráneos es que podrían albergar vida extraterrestre. Es posible que, al igual que en la Tierra, alguna forma de vida microbiana haya evolucionado para resistir las condiciones extremas de estos lagos subglaciales salados y los haya convertido en su hogar.
La mejor manera de investigarlo más a fondo consiste en analizar el agua directamente. La física de la Universidad Roma Tres (Italia) y coautora del nuevo estudio Elena Pettinelli cree que los instrumentos más adecuados para llevar a cabo esta tarea serían una plataforma de aterrizaje o róver. El mayor problema, por supuesto, es llegar hasta esas profundidades. Una forma de solucionarlo consistiría en medir la actividad sísmica, algo que podría arrojar luz sobre la profundidad total y la geometría de los cuerpos de agua y aclarar qué partes tendrían más probabilidades de ser habitables. Pero las observaciones sísmicas seguirían decirnos nada definitivo sobre si existe vida en Marte.