Disfruta este 7 de mayo de la última súper luna del 2020: la luna de las flores

Este 7 de mayo habrá luna llena: démonos una merecida pausa y apreciemos este bello fenómeno.

@Santiago_Arau

De la luna se han dicho muchas cosas. Se habla de ella desde la poesía, la astronomía, la música. Muchos afirman también que el movimiento de la luna influye directamente en nuestras personalidades.

No importa la perspectiva desde la cual hablemos sobre la luna, nunca deja de sorprendernos: ni su tamaño, ni su brillo, ni el hecho de que a comparación de ella somos insignificantemente pequeños.

Durante este tiempo de distanciamiento social, en el que una de las consecuencias es el muy limitado uso de cualquier medio de transporte. Por lo que en muchas zonas metropolitanas la contaminación ha sido mucho menor. Es un excelente momento para aprovechar el cielo despejado para asomarnos a la venta o si podemos, salir a nuestras azoteas y apreciar la luna. También porque creemos que es necesario hacer una pequeña pausa en esta nueva normalidad que muchos hemos construido: trabajo desde casa y desde plataformas digitales, convivencia forzada con familia o compañeros de cuarto, una nueva manera de experimentar nuestra soledad si es que se vive solo, videollamadas, etc.

Cabe mencionar además que esta luna llena será la última “súper luna” de 2020, fenómeno este que en años recientes se ha popularizado por su vistosidad astronómica y celestial, pues debido a que la Luna se encuentra en su punto máximo de cercanía posible con respecto a la Tierra (su perigeo), a nuestros ojos se mira especialmente grande, luminosa e impresionante, de ahí la idea de “súper luna”. En este sentido, el próximo fenómeno de este tipo que podremos disfrutar será el 27 de abril de 2021, cuando la “súper luna rosa” nos deleite como una perla en el firmamento nocturno vernal.

Por otro lado, la luna llena de mayo se conoce en el calendario anglosajón como “Flower Moon”, “luna floral” o “luna de las flores”, por su asociación con el momento del año en que abren la mayoría de las flores salvajes en las latitudes boreales.

Para finalizar, les compartimos un pequeño poema del cubano Mariano Brull.

El niño y la luna

La luna y el niño juegan
un juego que nadie ve;
se ven sin mirarse, hablan
lengua de pura mudez.

¿Qué se dicen, qué se callan,
quién cuenta una, dos y tres,
y quién, tres, y dos, y uno
y vuelve a empezar después?

¿Quién se quedó en el espejo,
luna, para todo ver?
Está el niño alegre y solo:
la luna tiende a sus pies

nieve de la madrugada,
azul del amancer;
en las dos caras del mundo
—la que oye y la que ve—
se parte en dos el silencio,
la luz se vuelve al revés,
y sin manos, van las manos
a buscar quién sabe qué,
y en el minuto de nadie
pasa lo que nunca fue…

El niño está solo y juega
un juego que nadie ve.

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