Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor

“En estos tiempos turbulentos, los libros encarnan la diversidad del ingenio humano, dando cuerpo a la riqueza de la experiencia humana, verbalizando la búsqueda de sentido y de expresión que todos compartimos y que hace avanzar a todas las sociedades. Los libros contribuyen a unir a la humanidad como una sola familia, compartiendo un pasado, una historia y un patrimonio, para forjar un destino común donde todas las voces sean escuchadas en el gran coro de las aspiraciones humanas.”
— Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

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El día del libro

El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial ya que ese día en 1616 fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. La fecha coincide, además, con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.

Parecía entonces una elección natural que la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 1995, decidiera rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta señalada fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. Por este motivo, la UNESCO creó el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, así como el Premio UNESCO de de literatura infantil y juvenil en pro de la tolerancia.

Celebración de 2019

En la 24ª edición del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor celebraremos la literatura y la lectura centrándonos principalmente en la importancia de mejorar y proteger las lenguas indígenas en línea con la celebración del Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Como un vector de conocimiento, los libros reúnen a las personas en torno a una historia y un patrimonio común, a la vez que revelan las características de las culturas, identidades e idiomas.

Sharjah, Capital Mundial del Libro 2019

Cada año, la UNESCO y las tres organizaciones profesionales internacionales del mundo del libro (la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) eligen una capital mundial del libro cuyo mandato empieza cada 23 de abril.

El comité de selección ha elegido Sharjah, de los Emiratos Árabes Unidos, por la naturaleza innovadora, integral e inclusiva de su solicitud, con un programa de actividades centrado en la comunidad que contiene propuestas creativas para involucrar a la numerosa población migrante. Con el eslogan “Lee: estás en Sharjah”, el programa se centra en seis temas: inclusión, lectura, herencia, divulgación, publicaciones y niños. Entre otros actos, habrá una conferencia sobre la libertad de expresión, un concurso para jóvenes poetas, talleres para crear libros en braille y libros táctiles, así como muchos otras actvidades para la población multiétnica de Sharjah. El objetivo de la ciudad es fomentar una cultura de la lectura en los Emiratos Árabes Unidos y crear nuevas iniciativas para fomentar la creación literaria en el área y en el resto del mundo árabe.

Antecedentes

En 1995, la UNESCO proclamó el 23 de abril «Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor». La celebración de este Día, que suscita cada vez más adhesiones, dejó claro desde el principio cuán importante ocasión supone para reflexionar e informar sobre un tema que requiere especial atención.

Hoy lo celebran millones de personas de más de cien países, reunidas en centenares de asociaciones, escuelas, organismos públicos, colegios profesionales y empresas privadas.

El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor ha servido para atraer a la causa de los libros y del derecho de autor a gran número de personas de todos los continentes y orígenes culturales. Ello les ha permitido descubrir, valorar y explorar muchas vertientes distintas del mundo editorial: el libro como vehículo de valores y conocimientos y como depositario del patrimonio inmaterial; el libro como puerta de acceso a la diversidad de las culturas y como instrumento de diálogo; o el libro como fuente de ingresos materiales y obra de creadores protegidos por el derecho de autor. Todas esas facetas del libro han sido objeto de numerosas iniciativas de sensibilización y promoción que han surtido efectos reales, aunque no por ello haya que dejar de trabajar con el mayor empeño.

Desde el año 2000, el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor ha inspirado otra iniciativa de las organizaciones profesionales que recibe la ayuda de la UNESCO y el apoyo de los Estados: Capital Mundial del Libro. Cada año se elige una ciudad que obliga a mantener, a través de sus propias iniciativas, el impulso de las celebraciones del Día hasta el 23 de abril del año siguiente. Casi todas las regiones del mundo, a su vez, ya han participado en este proceso, que transforma así la celebración de libros y derechos de autor en una actividad periódica, que extiende aún más la influencia geográfica y cultural de los libros.

En los últimos años, el Día Mundial ha demostrado que puede ser un potente símbolo para el lanzamiento de operaciones de apoyo importantes, en particular en América Latina y África.

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