Día Mundial de la Libertad de Prensa

La libertad de expresión

Según establece el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental:

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Teniendo en cuenta ese derecho, el Día Mundial de la Libertad de Prensa es una oportunidad para:

  • celebrar los principios fundamentales de la libertad de prensa;
  • evaluar la situación de la libertad de prensa en el mundo;
  • defender los medios de comunicación de los atentados contra su independencia, y
  • rendir homenaje a los periodistas que han perdido la vidas en el cumplimiento de su deber.

Medios para la democracia

La 26ª edición de la celebración del Día mundial de la libertad de prensa está organizada conjuntamente por la UNESCO, la Unión Africana y el Gobierno de la República Democrática Federal de Etiopía. El acto principal tendrá lugar en Adís Abeba del 1 al 3 de mayo, en la sede de la Unión Africana. Bajo el tema “Medios para la democracia: periodismo y elecciones en los tiempos de la desinformación”, la edición 2019 de este día se centra en los desafíos actuales a los que la prensa se enfrenta durante las jornadas electorales, así como el papel del periodismo en los procesos de paz y reconciliación.

Libertad de expresión, acceso a la información y empoderamiento

La libertad de los medios de comunicación y el acceso a la información fortalecen, a mayores, el objetivo de desarrollo de empoderar a las personas. El empoderamiento es un proceso pluridimensional social y político que ayuda a las personas a tomar el control de sus propias vidas. Esto solo se puede conseguir mediante el acceso a información precisa, justa e imparcial, que represente una pluralidad de opiniones, y a los medios para comunicar activamente de manera vertical y horizontal, participando de este modo en la vida activa de la comunidad.

Sin embargo, para hacer de la libertad de expresión una realidad debe existir un entorno jurídico y normativo que permita el surgimiento de un sector mediático abierto y pluralista. También deben existir voluntad política para apoyar al sector y Estado de derecho para protegerlo; además, el acceso a la información debe estar garantizado por ley, especialmente a la información de dominio público. Por último, los destinatarios de la prensa deben tener un conocimiento necesario de los medios de comunicación para poder sintetizar y analizar la información que reciben de forma crítica y utilizarla en su día a día, y también para responsabilizar a los medios de comunicación de sus acciones.

Estos elementos, junto con los profesionales de los medios de comunicación que deben cumplir los más elevados criterios éticos y profesionales planteados por los expertos, constituyen la infraestructura fundamental en la que la libertad de expresión puede prevalecer. Partiendo de esta base, los medios de comunicación funcionan como un vigilante, la sociedad civil se relaciona con las autoridades y quienes han de tomar las decisiones, y la información fluye entre las diferentes comunidades.

El combustible que pone en marcha ese motor es la información y por lo tanto el acceso a la información es de máxima importancia. Las leyes de libertad de información, que permiten el acceso a la información pública, son esenciales, pero también lo son los medios que ponen esa información a disposición de los ciudadanos, ya sea mediante las TIC o el simple intercambio de documentos.

Los medios de comunicación abiertos y plurales son quizá de mayor valor cuando solo proporcionan un espejo en el que la sociedad pueda verse reflejada. Estos periodos de reflexión son de gran utilidad a la hora de definir los objetivos de la comunidad, y pueden contribuir a corregir momentos en que la sociedad y sus líderes han perdido el contacto o quedan a la deriva. Se aprecia cada vez más cómo este papel ha recaído en el sector mediático de las comunidades más pequeñas, ya que los imperativos financieros alejan a las compañías mediáticas de estos principios fundamentales y las llevan a núcleos de beneficio que no atienden a las poblaciones más pequeñas o excluídas.

A continuación figuran algunos de los mecanismos a través de los cuales se puede alcanzar el empoderamiento de la comunidad:

1. La libertad de prensa contribuye al empoderamiento

Para que los ciudadanos participen en el debate público y puedan pedir cuentas a sus propios gobiernos y a otros (elementos clave de la vida en democracia participativa), los ciudadanos deben tener acceso a medios de comunicación libres, pluralistas, independientes y profesionales. No se puede dar por sentada la idea de que la comunicación y el diálogo entre los diferentes miembros de la sociedad va a ocurrir de manera natural; los medios de comunicación proporcionan una vía para acceder a la información y propiciar el diálogo.

Impulsando el discurso democrático – Los medios de comunicación pueden desempeñar el papel de vigilantes que informan sobre las actividades de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. La pluralidad de medios de comunicación es la clave para que esto suceda, ya que existe gran cantidad de material sobre el que informar y además permite asegurar que se escuchen distintas opiniones. Los medios de comunicación permiten que los ciudadanos estén informados y participen en la sociedad a la que pertenecen, lo que genera un empoderamiento real. La cobertura informativa precisa, justa e imparcial es la mejor defensa contra la ignorancia y la toma desinformada de decisiones.

Una enorme tarea… – En todas las facetas de la vida comunitaria, los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental como vasos comunicantes de la información y posibles catalizadores del activismo y el cambio. Por ejemplo, la cuestión del desarrollo pueden tener un efecto polarizador en una comunidad, abarcando un debate que puede ir desde los beneficios económicos a los impactos medioambientales, pasando por las preocupaciones sobre la calidad de vida en general. A través de los medios de comunicación, puede surgir un debate informado y limpio de amenazas, que puede producir resultados positivos para todos los participantes. En estos casos, los medios de comunicación aseguran que las voces de una comunidad cuenten tanto como los intereses financieros de los inversores de cualquier projecto particular.

Es cada vez más evidente que la responsabilidad de una cobertura informativa precisa, justa e imparcial es de vital importancia para la respetabilidad y relevancia de los medios de comunicación en la sociedad, y para que una comunidad pueda cumplir su función en una democracia. Sin la participación informada de su ciudadanía, la caída de una democracia es irremediable. Si los que están en el poder manipulan a los periodistas, los medios de comunicación se convierten en una herramienta de propaganda que hunde a la sociedad en la ignorancia, la indiferencia y la desesperación.

La libertad de prensa hoy en día… – La libertad de prensa hoy en día sigue sin estar garantizada en muchas partes del mundo. El asesinato de periodistas es inadmisible, no solo porque viola los derechos humanos de los individuos, sino también porque es perjudicial para la buena gobernanza y la democracia, y principalmente para el flujo de información precisa y fiable. Por otra parte, los avances en las TIC brindan un mayor potencial a los medios de comunicación para llegar a más gente en más lugares y, en la práctica, proporcionan acceso a la información para los ciudadanos y les permiten expresar sus opiniones. Las TIC ofrecen la posibilidad de una distribución amplia y rápida de la información, y de que la transparencia y la buena gobernancia se conviertan en realidades prácticas.

2. El papel de los medios de comunicación comunitarios

Aunque muchos medios de comunicación han dispuesto facilidades para la participación de la audiencia y en ese respecto se han vuelto más accesibles para las personas a las que sirven, la accesibilidad y la especifidad de propósitos están definidos en los medios de comunicación comunitarios mejor que en ninguna otra clase. Actualmente, la radio es el medio de comunicación comunitario más extendido en los países en desarrollo, porque tanto su producción como el acceso a ella son baratos, puede cubrir grandes áreas y no está afectada por el analfabetismo.

Los medios comunitarios, medios con una misión – La radio comunitaria se define más por sus objetivos que por su tamaño o su ubicación. Normalmente evoca la actitud popular y tiende a favorecer el flujo libre de opiniones e ideas. Pretende educar y entretener, informar y divertir, y crear una gran carpa bajo la que sus oyentes puedan relacionarse y desafiarse los unos a los otros, así como a sus líderes políticos. Estas operaciones tienden a ser más pequeñas, basadas en y administradas por la comunidad y dependientes del apoyo local, que puede incluir la publicidad pero que normalmente se refleja en las donaciones y el voluntariado. Los medios de comunicación comunitarios suelen llenar el vacio dejado por las grandes compañías mediáticas, que operan bajo imperativos diferentes que pueden, a menudo, no incluir a las poblaciones infrarrepresentadas o excluídas en una sociedad.

Aunque no siempre es así, las mujeres y los jóvenes suelen encontrar en los medios de comunicación un hogar para exponer sus problemas que fomenta su participación. La inclusión de las mujeres sigue siendo un reto de desarrollo, ya que normalmente se las excluye de los procesos de toma de decisiones en sus propias sociedades, a pesar de ser el primer punto de contacto de muchas cuestiones de salud y educación. Del mismo modo, debe prestarse más atención a la inclusión de los jóvenes en los medios de comunicación y al desarrollo de sus conocimientos mediáticos.

A largo plazo, los medios de comunicación locales pueden crear narrativas coherentes del desarrollo de una región y ayudar a las personas a formular objetivos y planes para mejorar su situación. Los medios de comunicación pueden ayudar a contextualizar los programas nacionales de desarrollo en el marco de una comunidad y acercar esos objetivos a sus beneficiarios previstos. Los medios de comunicación locales más eficaces pueden también ayudar a las personas a entender la historia y evolución de la opresión o la discriminación y darles la perspectiva necesaria para tomar decisiones racionales para salir de ella. Con esta información, las personas tienen los medios para participar en los procesos democráticos y dar forma a su propio futuro a nivel local y nacional.

Convertir en «reporteros» a los ciudadanos – Los periodistas profesionales son el núcleo de un entorno mediático reputado. Sin embargo, no son en absoluto los únicos que informan activamente sobre el mundo que los rodea. Las nuevas tecnologías están proporcionando oportunidades sin precedentes a los ciudadanos para informar a otros. En situaciones de crisis, los ciudadanos que informan como periodistas pueden constituír el único modo de exponer de cara al público las violaciones de los derechos humanos y otros delitos de naturaleza criminal o medioambiental. Los reportajes ciudadanos pueden ser también un modo de luchar contra la censura, a través del seguimiento de protestas o de la inestabilidad política. Si la información se descentralizara, la censura sería menos efectiva porque ya no podría circunscribirse exclusivamente a los medios de comunicación propiamente dichos.

Los aspectos prácticos de la participación – Las nuevas tecnologías no solo están cambiando la dinámica de los medios de comunicación en lo que al contenido se refiere, sino que también son un factor significativo a la hora de crear nuevas formas de interactuar con la audiencia. Los blogs, los teléfonos móviles y otros muchos dispositivos en línea están poniendo a los productores de contenido en contacto más directo con los destinatarios de los mismos. La respuesta puede ser instantánea. Por primera vez en la historia de la industria mediática, especialmente en los mercados más desarrollados, hay tanta cantidad de información procedente de los consumidores como la que les llega a estos a través de los medios de comunicación, tanto tradicionales como nuevos. La gestión de estos flujos bidireccionales de información se está volviendo cada vez más importante para el futuro de la industria mediática, cuyas entidades están reforzando los vínculos entre ellas, creando una conexión más que propiciará mayores expectativas para escuchar a los usuarios. Fomentar la participación es, por tanto, la clave de la supervivencia de los medios de comunicación en un mercado competitivo, y además les proporcionará una oportunidad de relacionarse con la audiencia. Desde el punto de vista de ésta, significa la posibilidad de tener influencia en el contenido de un modo muy activo y permite a los individuos acceder a una plataforma predefinida a través de la cual pueden compartir sus opiniones.

3. Acceso a la información

La información puede cambiar nuestra visión del mundo que nos rodea, nuestro lugar en él, y cómo ajustamos nuestras vidas para maximizar los beneficios disponibles a partir de nuestros recursos locales. La toma de decisiones basada en hechos puede alterar significativamente nuestra perspectica política, social y económica. El derecho al acceso a la información puede ser interpretado en el marco legal que apoya la libertad de información, ya que se aplica a la información en manos de los órganismos públicos o, en un sentido más amplio, abarca tanto el acceso como la circulación de información en manos de otros agentes, en cuyo caso pasa a estar intrínsecamente ligado a la libertad de expresión. La libertad de información y la transparencia que ésta promueve tienen una consecuencia directa en la lucha contra la corrupción, que a su vez produce un impacto tangible en el desarrollo. El antiguo presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, solía considerar la corrupción gubernamental como el obstáculo principal para el desarrollo, y el sector mediático independiente como la herramienta primordial para luchar contra la corrupción pública.

Las base de la toma informada de decisiones informada – La información es poder. La libertad de información y la libertad de expresión luchan contra la concentración de la información en las manos de unos pocos. Por supuesto, toda información está sujeta a diversas interpretaciones, y por este motivo, la función de un sector mediático abierto y pluralista como centro de intercambio de información es fundamental para entender mejor cualquier cuestión. En lo que se refiere a fomentar el empoderamiento de los ciudadanos, la libertad de información es el núcleo de una democracia participativa. Consideremos las consecuencias de que un electorado desinformado acuda a las urnas; consideremos las consecuencias de que se frenen o se manipulen los flujos de información en tiempos de crisis política o conflictos étnicos. La libertad de información promueve un sentido auténtico de pertenencia a una sociedad y, por lo tanto, otorga sentido al concepto de ciudadanía.

Los aspectos prácticos del acceso a la libertad de información no garantizan ese acceso. Aunque los gobiernos se convirtieran en modelos de divulgación a través de la llamada «gobernanza electrónica», poniendo su información en la red, las personas sin medios para acceder a esa información no estarían más empoderadas. La conexión a internet y los recursos informáticos se han vuelto imprescindibles para el acceso ilimitado a la información, así como a las noticias nacionales e internacionales, e incluso simplemente para proporcionar una pluralidad de opciones de medios de comunicación. Si la falta de conexión o equipamiento puede resaltar la división digital y la consiguiente disparidad de conocimientos que separa a los países en desarrollo de los desarrollados, algunos grupos dentro de un país pueden quedar más excluídos por esa imposibilidad de acceder a información a través de internet.

No debemos subestimar la importancia del acceso a las tecnologías y a las infraestructuras, de las que muchas partes del mundo todavía sufren una cruel falta. ¿Qué pueden significar realmente los conceptos de «revolución digital» o «sociedad de la información» para ese 80% de la población mundial que sigue sin tener acceso las instalaciones básicas de telecomunicaciones? ¿O para los aproximadamente 860 millones de individuos analfabetos? ¿O para los dos mil millones de habitantes del planeta que siguen sin tener electricidad? La prioridad de reducir la brecha digital en todos los aspectos está, por tanto, completamente justificada.

Aprender a usar las nuevas tecnologías o, en otras palabras, adquirir nociones básicas en materia de información y medios de comunicación debe ser el objetivo principal, dado que estos avances pertenecen al área del acceso a la información y de su intercambio.

Conclusiones:

Es prioritario asegurar la libertad de los medios de comunicación en todo el mundo. Los medios de comunicación independientes, libres y pluralistas son fundamentales para una buena gobernanza en las democracias, tanto incipientes como antiguas. Los medios de comunicación libres pueden asegurar la transparencia, la responsabilidad de las instituciones y el Estado de derecho, promueven la participación en el discurso público y político y contribuyen a la lucha contra la pobreza. El sector mediático independiente obtiene su poder de la comunidad a la que sirve y a cambio empodera esa comunidad para que sea un miembro a todos los efectos del proceso democrático.

La libertad de información y la libertad de expresión son los principios fundamentales de un debate abierto e informado. Las nuevas tecnologías continuarán evolucionando y permitirán cada vez más a los ciudadanos que continúen formando a su entorno mediático y que accedan a una pluralidad de fuentes. La combinación del acceso a la información y la participación ciudadana en los medios de comunicación solo puede contribuir a incrementar el sentido de pertenencia y empoderamiento.

El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO. La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek Documento PDF, en la cual los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la UNESCO en la capital de Namibia, elaboraron un documento donde se recogían los principios de la libertad de prensa.

ONU