Día Internacional del Gato
Por qué se celebra tres veces al año
Fito
Hoy lo estableció el Fondo Internacional para el Bienestar Animal que, además de una celebración, es un llamado al cuidado de estos felinos. También se conmemora en febrero y en octubre.
Los gatos están entre las mascotas más populares, tienen como dueños a millones de personas en todo el mundo y son valorados, principalmente, por su caracter independiente. De hecho, son tan importantes para los humanos que celebran su día tres veces al año.
Una de las fechas más importantes es el 8 de agosto ya que se estableció desde el 2002 cuando el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), y otros grupos de derechos de los animales, decidieron implementarla como un recordatorio de que, aunque los felinos son domésticos, necesitan ciertas atenciones.
El sitio de la IFAW señala que “los gatos domésticos conservan muchas de sus habilidades de caza como resultado de años de evolución, convirtiéndolos en unos de los depredadores más eficientes y mortíferos del mundo”.
El Día Internacional del Gato surgió, sobre todo, también a partir de un dato que preocupó mucho a los amantes de los felinos: el notable incremento en la cantidad de gatos abandonados.
Por eso se propuso este día para concientizar acerca de la importancia de la atención que se debe dedicar a los gatos. Y a lo largo de esta jornada se despliega una fuerte campaña para potenciar la adopción.
Las otras dos fechas que celebran los gatos
El Día del gato tiene diferentes fechas en el mundo. Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se conmemora cada 20 de febrero por una razón especial.
Surgió para recordar a un felino que cobró relevancia por su accionar, nada menos, que en la Casa Blanca.
El gato homenajeado el 20 de febrero se llamó Socks y perteneció a la familia Clinton durante la presidencia de Bill. Fue adoptado por Chelsea, la hija del ex presidente estadounidense.
Con el tiempo, incluso, fue el favorito de popularidad. Incluso, fue el favorito de Betty Currie, la secretaria de Bill Clinton y se lo veía paseando con mucha naturalidad por los alrededores de la Casa Blanca y de la residencia de los Clinton.
Este gato vivió junto a la familia presidencial entre 1993 y 2001. Al fallecer tenía unos veinte años y tuvo que ser sacrificado un 20 de febrero debido al cáncer que padecía.
Y la fecha quedó grabada para recordarlo en el día de su fallecimiento, y con él a todos los felinos que tienen otros días en el mundo quiénes, por otra parte, pueden ser homenajeados con pequeños detalles y cuidados de sus dueños a diario.
