Descubren un efecto imprevisto del aceite de coco

Un grupo de científicos acaba de revelar que los ácidos grasos del aceite de coco tienen la propiedad de crear una fuerte repelencia con una eficacia de larga duración contra insectos portadores de enfermedades tales como mosquitos, garrapatas, moscas y chinches.

DanaTentis / Pixabay

Según el estudio del grupo científico internacional, los derivados del aceite son aún más eficaces que la N,N-Dietil-meta-toluamida, conocida como DEET, el ingrediente sintético más habitual de los repelentes de insectos.

Últimamente, los componentes sintéticos causan una creciente preocupación de los expertos en la salud pública, puesto que pueden tener efectos colaterales.

Mientras tanto, la mezcla de ácidos grasos libres derivados del aceite de coco (ácido láurico, ácido cáprico y ácido caprílico, así como sus correspondientes ésteres metílicos) acaban de mostrar una fuerte repelencia contra los insectos chupadores de sangre que transmiten enfermedades peligrosas para los humanos y los animales domésticos.

Un equipo de investigadores, liderado por Junwei Zhu, descubrió que los mencionados componentes  ahuyentan a moscas, chinches y otros insectos y se mantienen eficaces hasta durante dos semanas.

Al aumentar la concentración de los ácidos, los científicos también probaron la eficacia de la sustancia contra los mosquitos.

Además de ser más natural, el aceite de coco puede usarse contra un 95% de las moscas. A modo de comparación, la DEET es casi dos veces menos eficaz.

El uso de repelentes es una manera de prevenir la transmisión de enfermedades y las molestias asociadas con las picaduras de insectos. A lo largo de seis decenios, DEET ha sido considerado el estándar en repelentes de insectos, siendo el más efectivo y duradero.

“Sin embargo, el aumento de las regulaciones y las crecientes preocupaciones de salud pública sobre los repelentes sintéticos e insecticidas como el DEET han despertado el interés en desarrollar repelentes a base de plantas que sean más efectivos y duraderos”, concluye el resumen del estudio.

Sputnik