Hasta el momento, la evidencia más antigua del uso humano del tabaco era la nicotina presente en unas pipas de unos 3.300 años encontradas en Alabama. El hallazgo, detallado en un nuevo estudio, indica que las personas ya consumían esta planta unos 9.000 años antes de lo que se pensaba.
En el marco de la nueva investigación, se llevaron a cabo unas excavaciones en los restos de un campamento de cazadores-recolectores en el desierto del Gran Lago Salado en Utah. En el sitio, el cual quedó expuesto a raíz de los vientos, los científicos identificaron una antigua chimenea intacta rodeada de varios artefactos de piedra, detalló Live Science.
En el lugar se encontraron también más de 2.000 huesos y fragmentos óseos pertenecientes a animales. Dentro de la chimenea, los investigadores encontraron los restos de cuatro semillas de tabaco carbonizadas.
“Las semillas de tabaco fueron una sorpresa inesperada”, dijo Daron Duke, autor principal del estudio y arqueólogo del Grupo de investigación antropológica del Lejano Oeste, en Estados Unidos.
Si bien los científicos no pueden decir con un 100% de certeza cómo usaban el tabaco las personas en aquel momento, dijeron que las semillas sugieren la presencia de hojas y tallos florales de tabaco cargados de nicotina. El equipo de investigadores supone que las personas masticaban o fumaban tabaco junto al fuego.
Los hallazgos sugieren que las personas consumían tabaco durante miles de años antes del momento —todavía desconocido— en el que pasaron a cultivar esta planta por primera vez.
“Hemos estado trabajando para obtener aportes indígenas sobre el significado y la importancia del hallazgo. Esto no solo nos ayudará a comprender el hallazgo por razones científicas comunes, sino que también nos ayudará a conocer más sobre sus valores para las personas cuyos antepasados acamparon en el sitio y vivieron en la región”, apuntó Duke.
La investigación se publicó el 11 de octubre en la revista científica Nature Human Behavior.