Descubren el cuásar más antiguo del universo

Se formó apenas 670 millones de años después del Big Bang. Es J0313-1806S y cuenta con un agujero negro 1.600 millones de veces la masa del Sol.

Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de un cuásar de récord. El brillante cuásar J0313-1806 está a unos 13.030 millones de años-luz de distancia de la Tierra y su luminosidad es 1.000 veces más brillante que toda nuestra galaxia. Además, se formó solo 670 millones de años después de la Gran Explosión, 20 millones de años antes que el último dato establecido hasta ahora. Ocupaba el primer puesto, hasta ahora, el cuásar ULAS J1342 + 0928, identificado hace tres años. Ahora, este nuevo cuásar, de cuando el universo tenía solo el 5% de su edad actual, sigue desafiando nuestra comprensión de cómo se forman las galaxias y sus agujeros negros supermasivos, se ha convertido en el más antiguo y lejano del universo.

Alberga un enorme agujero negro

El cuásar J0313-1806 está alimentado por un gigantesco agujero negro supermasivo 1.600 millones de veces más masivo que nuestro Sol. Situado a más de 13.000 millones de años luz de la Tierra, es también el agujero negro supermasivo más distante conocido por la ciencia.

“Esta es la evidencia más temprana de cómo un agujero negro supermasivo está afectando la galaxia que lo rodea”, comentó Feige Wang, del Observatorio Steward de la Universidad de Arizona y coautor del trabajo que publica la revista The Astrophysical Journal Letters. “A partir de las observaciones de galaxias menos distantes, sabemos que esto tiene que suceder, pero nunca lo hemos visto tener lugar tan pronto en la vida del universo”.

¿Cómo nace un cuásar?

Los cuásares -unos de los objetos más distantes y luminosos que se conocen- ocurren cuando la poderosa gravedad de un agujero negro supermasivo en el núcleo de una galaxia atrae el material circundante que forma un disco orbital de material sobrecalentado alrededor del agujero negro, liberando enormes cantidades de energía. Este cuásar tan peculiar creció relativamente rápido después del Big Bang.

Este en concreto, además de ser el cuásar más distante -y por ende, el más antiguo- conocido, es el primero de su tipo en mostrar evidencia de un chorro de gas sobrecalentado (gas y plasma ultracalientes) que sale de los alrededores del agujero negro a un quinto de la velocidad de la luz. Además de revelar un fuerte viento impulsado por un cuásar, las nuevas observaciones también muestran una intensa actividad de formación de estrellas en la galaxia anfitriona (200 veces más rápido que nuestra Vía Láctea). Sin duda es un objeto fascinante. A tan altas tasas de formación estelar, es cuestión de tiempo que se termine agotando todo el material para producir nuevas estrellas.

“Creemos que esos agujeros negros supermasivos fueron la razón por la que muchas de las grandes galaxias dejaron de formar estrellas en algún momento”, expone Xiaohui Fan del Departamento de Astronomía de Arizona y coautor del trabajo. Y tampoco quedará nada que devorar para el colosal agujero negro que contiene y su brillante resplandor se atenuará, por lo menos desde nuestro punto de vista, pues este agujero negro supermasivo ‘come’ 25 soles por año y la expulsión de gas fuera de la galaxia al 20% de la velocidad de la luz tampoco ayuda. En algún momento, la galaxia no tendrá suficiente gas para formar nuevas estrellas y su actividad se detendrá.

Los investigadores esperan descubrir más datos sobre los secretos del cuásar con observaciones futuras, especialmente con el telescopio espacial James Webb de la NASA, actualmente programado para su lanzamiento en 2021.

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