Un equipo internacional de cosmólogos ha descubierto una de las estructuras más grandes del universo: un «muro» de cientos de miles galaxias que se extiende a lo largo de más de 1.400 millones de años luz, llamado «Muro del Polo Sur».
Gracias a un método basado en los campos de velocidad de las galaxias, esta región del cielo, hasta entonces desconocida porque estaba oculta detrás de nubes moleculares y de polvo, los astrónomos han conseguido penetrar en el universo profundo, situado más allá de los límites conocidos hasta ahora.
El Muro del Polo Sur contiene en su interior una inmensa sección rectilínea que se extiende a lo largo de 220 megaparsecs, la unidad de longitud usada en astronomía. Un megapársec (Mpc) contiene un millón de pársecs, distancia equivalente a unos 3,26 millones de años luz.
En sus extremos, el Muro del Polo Sur se curva para casarse con el borde de Laniakea, el supercúmulo de galaxias al que pertenece nuestra galaxia.
Más cerca de nosotros
El Muro del Polo Sur tiene una morfología y un tamaño similar al de la Gran Muralla de Sloan, una pared galáctica gigante en el universo que está dos veces más cerca de nosotros respecto al Muro del Polo Sur.
Su corazón está ubicado en la Constelación de Camaleón, e incluye un filamento largo, casi recto, que conecta sectores particularmente densos en las constelaciones del Ave del Paraíso y de Lepus (La Liebre).
El Muro del Polo Sur continúa inclinándose para llegar al sector de la constelación Eridanus, cerca del ecuador celeste, y describe un inmenso arco que abarca los límites del sur de Laniakea.
Pero la realidad, según explican los astrónomos en su artículo, es que el Muro del Polo Sur podría ser todavía mucho más grande.
«No estaremos seguros de su magnitud, ni de su carácter inusual, hasta que hayamos mapeado el universo a una escala mucho mayor», concluyen.
Un poco de historia…
La investigación en cosmología ha estado marcada en los últimos cuarenta años por el descubrimiento de estructuras cada vez más grandes, ya que los instrumentos permitieron explorar regiones del Universo que eran cada vez más grandes y distantes.
En 1989, un equipo del Centro Smithsoniano de Astrofísica actualizó la Gran Muralla, una estructura de 500 millones de años luz que conecta en particular los cúmulos de galaxias en las constelaciones de Hércules y la Cabellera de Berenice.
En 2003, fue el descubrimiento, gracias a la encuesta digital automatizada SDSS Sloan Digital Sky Survey, de la Gran Muralla Sloan, una estructura de 1.400 millones de años luz y ubicada aproximadamente a mil millones de años luz de nosotros.
Trece años después, en 2016, como parte del Estudio Espectroscópico de Oscilación Baryon, fue identificada la Gran Muralla de Boss, un complejo con una morfología similar a la de la Gran Muralla Sloan, pero a una distancia mucho mayor.
Regiones inexploradas …
En esta historia de descubrimientos de grandes estructuras, una región del cielo permaneció esencialmente inexplorada, en dirección al Polo Sur Celestial.
Esta región, ubicada en los límites de observación de los telescopios ubicados en los observatorios más australes, como el Observatorio Siding Springs en Australia, se caracteriza por la presencia de espesas nubes de polvo galáctico, como el Complejo de Nubes en la constelación del Camaleón, o la presencia de las Nubes de Magallanes, dos galaxias satélites de la nuestra, que nos impiden ver franjas enteras del cielo profundo.
Primera exploración
El nuevo estudio ha conseguido por primera vez franquear esta barrera de invisibilidad y penetrar en esa región del universo profundo.
Utilizando la última generación del catálogo de velocidad de galaxias, Cosmicflows-3, que incluye aproximadamente 18.000 mediciones de velocidades de galaxias o grupos de galaxias, los astrónomos han conseguido una reconstrucción en 3D de la distribución de materia en el cielo del sur.
Esa reconstrucción de materia en 3D es la que ha revelado la presencia del Muro del Polo Sur, su morfología y su distribución.
Nuevos horizontes
Los resultados, que se publican en la revista The Astrophysical Journal, han sido obtenidos por un equipo internacional de científicos que reúne a Irfu (CEA, Universidad Paris-Saclay), el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai, LPC (Universidad de Clermont Auvergne), IP2I (Universidad Claude Bernard de Lyon) y El Instituto de Física Racah (Universidad Hebrea de Jerusalén).
Continuando con esta empresa de cartografiar al universo, este equipo está trabajando en la preparación de la próxima generación de catálogos de velocidad de galaxias, Cosmicflows-4 compuesto por alrededor de 30.000 galaxias, con la inclusión de nuevas mediciones obtenidas en el hemisferio norte con los radiotelescopios Green Bank y Arecibo.