Delta Acuáridas y Perseidas: calendario de las lluvias de estrellas del verano 2020
Como cada año, los meses de julio y agosto se pueden ver las Delta Acuáridas y las Perseidas, popularmente conocidas como lágrimas de San Lorenzo. Consulta los días y cómo verlas.
Lluvia de perseidas
Tras el eclipse solar que inauguró el verano 2020 y el paso del cometa Neowise, que se ha podido observar durante varias semanas este mes de julio, llega el turno de las lluvias de estrellas.
Como cada año, los meses de julio y agosto se pueden ver las Delta Acuáridas y las Perseidas, popularmente conocidas como lágrimas de San Lorenzo.
CÓMO Y CUÁNDO VER LAS DELTA ACUÁRIDAS
Las Delta Acuáridas llegarán primero. Esta lluvia de estrellas se puede divisar desde el pasado 12 de julio aunque el mejor día para disfrutar de ellas llegará el 30 de julio.
Si miras el cielo al amanecer esta semana podrás ver a Venus y Mercurio moverse hacia el este de un día para el otro, y a Marte brillar hacia el sur. Si tienes cielo oscuro, a finales de la semana podrías ver alguna estrella fugaz (meteoro) de las delta acuáridas. pic.twitter.com/QJcZI6EBfx
— Real Observatorio (@RObsMadrid) July 24, 2020
Las Delta Acuáridas provienen del cometa 96p/Machholz y deben su nombre la Constelación Acuario. Viajan a una gran velocidad, aproximadamente rondando los 15.000 kilómetros por hora, y se las reconoce porque dejan colas de gas tras de sí.
CÓMO Y CUÁNDO VER LAS PERSEIDAS
Por su parte, la lluvia de Perseidas comenzó el 17 de julio y se prolongará hasta el 24 de agosto. Sin embargo, su punto álgido será a mediados de mes, concretamente el 12 de agosto, con la Luna en fase menguante.
Las velocidades de estos meteoros pueden alcanzar los 200.000 kilómetros por hora. Su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace de las Perseidas la lluvia de meteoros más popular, y la más fácilmente observable, entre todas las que tienen lugar a lo largo del año.
CÓMO VER LAS LLUVIAS DE ESTRELLAS
Para ver las popularmente conocidas como lluvias de estrellas -en realidad son gases, polvo y escombros que que arrojan al espacio los cometas- no es necesario ningún instrumento óptico.
Lo recomendable, eso sí, es desplazarnos a un lugar oscuro y en el que existan pocos obstáculos como edificios, árboles o montañas.
