Crean un asfalto más ecológico con desechos de neumático y ceras orgánicas

Una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid logra fabricar un asfalto más ecológico al conseguir disminuir el consumo de recursos naturales y de energía así como las emisiones de gases de efecto invernadero en la fabricación de este material.

La investigadora de la UPM Ana María Rodríguez Alloza sujeta una muestra de su innovador asfalto ecológico. / Crédito: Pasquale Caprile.

En un estudio realizado en la Universidad Politécnica de Madrid se ha logrado demostrar que es posible reducir las temperaturas de fabricación y puesta en obra de las mezclas asfálticas hasta unos 30 °C manteniendo un buen comportamiento mecánico. Asimismo, y mediante un análisis de ciclo de vida híbrido, se han podido cuantificar con precisión los beneficios e impactos ambientales en cuanto al consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de estas mezclas teniendo en cuenta toda la cadena de suministro. El resultado es un nuevo asfalto más sostenible desde el punto de vista medioambiental.

En los últimos años, debido a la creciente preocupación por el calentamiento global y el cambio climático, uno de los retos más importantes a los que se enfrenta nuestra sociedad es el uso eficiente y económico de energía así como la necesidad correspondiente de reducir los gases de efecto invernadero. Esta preocupación también ha llegado al sector de las mezclas asfálticas donde se está intentando innovar y desarrollar nuevos materiales para carreteras que sean más respetuosos con el medio ambiente.

Con este objetivo, Ana María Rodríguez Alloza, una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid, puso en marcha un estudio en el que ha desarrollado un asfalto que podría considerarse doblemente ecológico. Por un lado, incorpora en el betún polvo de caucho procedente de neumáticos fuera de uso. Con esto se lograr dar salida a un material que, aunque reciclable, supone un grave problema medio ambiental ya que solo en España se generan al año unas 300.000 toneladas. Además, se ahorrará betún -que es un recurso natural que proviene del crudo del petróleo- y la energía que su producción conlleva.

Por otro lado, este nuevo asfalto ecológico incorpora una serie de ceras orgánicas que al llegar a su punto de fusión son capaces disminuir la viscosidad del ligante de la mezcla logrando, en consecuencia, que se pueda disminuir también la temperatura de fabricación en la planta asfáltica.

Como señala Rodríguez Alloza “para fabricar una mezcla asfáltica es necesario calentar los áridos y el betún a una determinada temperatura en la cual la mezcla es trabajable para su posterior puesta en obra. Al lograr disminuir esta temperatura de producción se disminuye el consumo de energía y de un recurso agotable como el fuel y también se emiten menos gases de efecto invernadero a la atmósfera”.

Con la combinación de la incorporación de un material reciclable y la disminución de temperatura de fabricación de las mezclas se logra un material idóneo desde el punto de vista medioambiental además de una serie de ventajas económicas y sociales. “Este tipo de mezclas con caucho y ceras orgánicas estaría especialmente indicado para países de clima cálido como España” comenta la investigadora.

Proporcionar información sobre las implicaciones ambientales de la producción de mezclas asfálticas y de otros materiales utilizados en el sector de los pavimentos es un primer paso esencial para la toma decisiones y para lograr prácticas más sostenibles en la construcción de carreteras.

Este trabajo se enmarcó en una línea de investigación Carreteras para el Desarrollo Sostenible de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la UPM en la que se estudian materiales para carreteras que sean más sostenibles. Esta investigación logró el Premio a la mejor Tesis Doctoral en la 2ª Edición de los Premios de la Plataforma Tecnológica Española de la Carretera a la Innovación en Infraestructuras Viarias en 2015.

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