El equipo de científicos ha observado que los perfiles metabolitos sanguíneos son diferentes en las personas sanas, personas con cáncer metastásico y personas con cáncer localizado. Estas diferencias hacen posible la identificación del cáncer y su propagación a través de un análisis de sangre.
“Las células cancerosas tienen huellas dactilares metabolómicas únicas debido a sus diferentes procesos metabólicos. Solo ahora estamos comenzando a comprender cómo los metabolitos producidos por los tumores se pueden usar como biomarcadores para detectar con precisión el cáncer”, explicó el coautor del estudio James Larkin.
De esta manera, los campos magnéticos y las ondas de radio elevadas fueron utilizados para perfilar los niveles de sustancias químicas naturales (metabolitos) en el test de sangre.
“El objetivo es producir una prueba de cáncer que cualquier médico pueda solicitar. Prevemos que el análisis metabolómico de la sangre permitirá una clasificación precisa, oportuna y rentable de los pacientes con sospecha de cáncer, y podría permitir una mejor priorización de los pacientes en función de la información temprana adicional que esta prueba proporciona sobre la enfermedad”, detalló la autora principal del estudio Fay Probert.
Los científicos han demostrado que esta tecnología puede identificar con éxito si los pacientes con esclerosis múltiple están progresando a las últimas etapas de la enfermedad, incluso antes de que los médicos capacitados se den cuenta y consideran sorprendente que la misma tecnología ahora se muestre prometedora en otras enfermedades como el cáncer.