Aunque puedan parecer suaves y tiernos, no lo son tanto al tacto, pues su pelaje grueso y lanudo que los protege tanto del calor como del frío y también ayuda a repeler el agua. Como curiosidad, el pelaje de los koalas el más grueso de todos los marsupiales.

El tamaño medio de un koala adulto oscila entre los 60 y 85 cm y unos 4-15 kgs de peso. Las hembras, como en la mayoría de especies animales, son más pequeñas. Los koalas más grandes viven en los lugares menos cálidos.

Todas las crías de marsupiales se llaman joeys. Si ya de por sí los koalas son criaturas preciosas, las crías de koala lo son aún más. Nacen con apenas 1 gramo de peso, como una gominola y sin orejas, sin pelaje y ciegos. Las crías se desarrollan en la bolsa de la madre durante unos seis meses y, después de este tiempo, viajan sobre la espalda de la madre durante otros seis meses, utilizando únicamente la bolsa materna para alimentarse y dormir.

La clamidia, una enfermedad sexual que, en estos animales provoca ceguera, inflamación de la vejiga y también la muerte, ha infectado a casi todas las poblaciones de koalas. Uno de los problemas es que la cepa que infecta a estos animales (distinta a la de los humanos) no solo se transmite mediante el apareamiento sino también al mamar o comer heces contaminadas (recordemos que el alimento de la cría consiste en una papilla que la madre produce y expulsa por el ano).

Muy fácil. Los koalas machos adultos son notablemente más grandes que las hembras adultas: tienen una cara más ancha y la nariz negra claramente más grande, y se pueden distinguir fácilmente por la gran glándula de olor de color café en el pecho que les sirve para marcar su territorio. Las koalas hembras adultas, por su parte, cuentan con una bolsa orientada hacia atrás para sus crías. Este tipo de bolsa protege a sus crías de lesiones mientras se mueven de un árbol a otro.

Cuando llega la temporada de reproducción, los machos expresan territorialidad bramando y frotándose el pecho contra la base de un árbol, dejando así una marca característica de olor con su glándula torácica. Las hembras braman también durante este tiempo, pero no son territoriales.

Los machos comienzan a aparearse a los tres o cuatro años de edad y las hembras cuando tienen dos años de edad. Generalmente dan a luz una vez al año, durante los siguientes 10 a 15 años. El período de gestación de una koala hembra es de 35 días, y da a luz una sola cría. Es posible que tengan gemelos, pero es algo bastante raro. El nacimiento del joey suele tener lugar entre los meses de noviembre y febrero.

¿Qué come exactamente un koala? Se alimentan a base de hojas de eucalipto, pero son unos comedores voraces. Pueden llegar a ingerir hasta 1 kg de hojas por día. Es bastante llamativo, sobre todo considerando que el eucalipto es venenoso para la mayoría de los animales. Gracias a que posee un órgano especial de digestión de fibra son capaces de desterrar los químicos tóxicos presentes en las hojas y disfrutar de un agradable refrigerio. Eso sí, prefieren las hojas más altas de los árboles, porque estas contienen más líquido y nutrientes.

Curioso, ¿verdad? Es posible confundir una huella dactilar de un koala con la de un humano pues son muy similares y únicas para cada ejemplar. Aunque otros animales como los chimpancés y los gorilas también posean huellas dactilares, lo particular en este caso es que sus parientes más cercanos, los canguros, no tienen huellas en las yemas de los dedos. Según los estudios, quizá se debiera a una adaptación evolutiva biomecánica par agarrarse mejor a los árboles.

Un koala en libertad, en estado salvaje, puede llegar a vivir unos 10 años; normalmente las hembras viven más porque son menos conflictivas. En cautiverio pueden llegar a vivir 20 años.

Existen tres subespecies de koalas: el koala de Queensland, el más pequeño de las tres subespecies que posee un pelaje más plateado y corto; el koala de Victoria, que es el más grande de las tres subespecies y posee un pelaje es mucho más largo y de color marrón y el koala de Nueva Gales del Sur, de tamaño medio y el más reconocible de todos los koalas por su pelaje mucho más grisáceo.

Teniendo en cuenta que los koalas pueden dormir hasta 20 horas al día, debido a su dieta baja en energía y a su necesidad vital de descomponer las hojas tóxicas durante la digestión, se trata de animales con hábitos principalmente nocturnos. Suelen estar activos al amanecer y al anochecer. Solo los verás de día si se sienten amenazados, tienen calor o mucho frío o incluso si necesitan un árbol nuevo al que abrazarse. Son animales solitarios que viven dentro de una red de rangos de hogares superpuestos, lo que permite el contacto entre individuos para el apareamiento.

Aunque es extremadamente raro, se han documentado koalas con pelaje en un color distinto del gris. Mick, un koala blanco increíblemente raro con pelaje blanco y ojos y nariz oscuros, fue tratado en el Hospital Port Macquarie Koala en 2007 y dado de alta. Los koalas albinos son blancos con ojos y narices rosas; uno nació en el zoológico de San Diego en 1985.

Según la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, los koalas se encuentran en estado vulnerable, siendo, además, uno de los 10 animales más indefensos ante el cambio climático. A raíz de la crisis de los incendios forestales de Australia, es probable que su estado se agrave y la lista roja de especies amenazas acabe situando a los koalas de “vulnerable” a “en peligro de extinción”. Ya en 2019 , la Australian Koala Foundation anunció que cree que el koala está “funcionalmente extinto”.

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