Como una máquina del tiempo: ¿cómo ve el telescopio James Webb el pasado?

Mirar atrás en el tiempo suena mágico, pero los telescopios son una verdadera máquina en ello.

Se ha dicho mucho que el nuevo Telescopio James Webb mirará a las primeras galaxias que se formaron después del big bang, ¿cómo es posible eso si sucedió hace más de 13 mil millones de años? Es más simple de lo que parece, aquí te explicamos como estos potentes telescopios pueden mirar miles de millones de años al pasado.

Sabemos que la luz no es instantánea, sino que necesita de cierto tiempo viajar a través de las vastas distancias del espacio para llegar a nosotros. Por ejemplo, la luz del Sol nos llega en poco más de 8 minutos, lo que significa que vemos al Sol cómo fue hace esa cantidad de tiempo. En otras palabras, vemos el pasado de nuestra estrella y así sucede con todo lo que está a nuestro alrededor.

Para las cosas que están cerca de nosotros esto es imperceptible, esto debido a que las ondas de luz se mueven a gran velocidad, aproximadamente a 300.000 km por cada segundo. ¡A esa velocidad le darías 7 vueltas a la Tierra o ir y regresar de la Luna en tan solo 3 segundos! Así que como la luz se mueve tan rápido, en nuestra vida cotidiana, parece viajar instantáneamente de un lugar a otro. Un ejemplo, la luz tarda solo unas milmillonésimas de segundo en atravesar una habitación cuando se enciende una lámpara.

También sabemos que el espacio es enorme, las distancias son tan inmensas que el tiempo que la luz tarda es notable. La estrella más cercana está a más de cuatro años luz. Por tanto, cuando miramos a esa estrella más cercana, no la vemos tal y como es hoy, sino como era hace cuatro años. ¿Por qué? porque estamos viendo la luz que salió de esa estrella hace cuatro años y acaba de llegar a nosotros.

Si vamos un poquito más lejos, desde la galaxia de Andrómeda un fotón tarda 2.5 millones de años luz y eso que es una galaxia vecina. De la misma forma, si un día miras hacia esta galaxia la estarías viendo cómo fue hace 2.5 millones de años.

El cúmulo de galaxias de Virgo es el mayor conjunto de galaxias cercanas, a unos 60 millones de años luz de la Vía Láctea. La luz que vemos hoy de las galaxias del Cúmulo de Virgo comenzó su camino hacia nosotros al mismo tiempo que la era de los dinosaurios terminaba en la Tierra. En un artículo el equipo de Webb brinda la siguiente analogía: Si hoy estuvieras en una galaxia del Cúmulo de Virgo y tuvieras un telescopio lo suficientemente potente como para estudiar la Tierra, podrías ver a los reptiles prehistóricos.

Claro que esto es en teoría, ya que ni siquiera podemos imaginar un telescopio o instrumento para alcanzar a ver tan detalladamente. Ahora, si alguien apunta hacia en dirección del Sistema Solar a una distancia mayor a 5 mil millones de años, no lo encontraría por ninguna parte porque entonces aún no se había formado.

El universo tiene unos 13.800 millones de años, las galaxias se empezaron a formar alrededor de 300 millones de años después. Así que las galaxias muy lejanas están a miles de millones de años luz, cuando las vemos su luz nos indica cómo era el universo hace miles de millones de años. Podemos seguir viendo estas primeras estrellas y galaxias así ya no existan, la luz que un día emitieron sigue viajado a través del espacio y cuando llega a nuestros telescopios, estas observaciones lejanas permiten a los astrónomos medir los cambios a lo largo de la vida del universo.

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