Cómo las especias incentivaron los viajes de exploración y el comercio
June 1, 2019 El Mundo , NoticiasJordania es el país de las especias, y todas se venden a granel y a precios muy económicos.
Por ejemplo, podéis adquirir kawsay (una especia de color púrpura que se rocía sobre muchas de las ensaladas de Oriente Medio). El Za’atar es un condimento utilizado en una gran cantidad de platos de cocina árabe y se compone de una combinación de cualquiera o todos estos ingredientes: tomillo, semillas variadas, orégano, zumaque y sésamo.
Las especias, sobre todo, en oriente, han sido un rasgo distitivo no solo solo de la gastronomía, sino también de la cultura. Pero ¿por qué aquí? ¿Y qué tiene de especial las especias?
En busca de la especia dorada
Actualmente, el azafrán es la especia más cara del mundo: el precio de venta al consumidor puede superar los 6.000 euros el kg en el caso del azafrán de Irán, e incluso 40.000 euros el kg del francés. Este elevado precio se debe a que se requieren 150.000 flores, como mínimo, para obtener un kg de azafrán. No en vano, al azafrán se le llama también “oro rojo”.
Durante siglos, las especias fueron algunas de la mercancías más caras y preciadas del mundo, junto al oro, la playa, el algodón, la porcelana, la seda o el té. Especias como la pimienta y el jengibre de India, la canela de la isla de Ceilán o la nuez moscada, macis y clavo de las Molucas.
Las razones por las que las especias eran tan ambicionadas por las personas son varias, tal y como explica Lewis Dartnell en su libro Orígenes:
Dichas especias eran apreciadas no solo para aderezar los alimentos, sino también por las propiedades afrodisiacas y medicinales que se consideraba que tenían. Las especias procedían de diferentes especies de plantas que crecen en el lcima tropical de la región.
Hacia el 1400, el puerto de Malaca, al principio una pequeña aldea de pescadores emplazada en el sudeste de la península Malaya, se convirtió gracias a la especia en uno de los centros de comercio más grandes del mundo. Sobre todo especias procedentes de Banda y las Molucas.
La riqueza de todo este comercio de especias fue lo que atrajo por encima de todo a los navegantes europeos que intentaban encontrar nuevas rutas marítimas hacia Oriente a finales del siglo XV.
Las especias exóticas, como la pimienta, la nuez moscada, la macis y los clavos de Oriente eran mucho más raras en Europa, así que eran también más valiosos en los mercados occidentales. En el siglo XVI, las guerras en Europa tendrán una gran repercusión en el comercio internacional de especias y más en concreto la guerra de Flandes. Durante el siglo XVII continuó el desarrollo naval de los holandeses que vino acompañada de un espectacular desarrollo militar. Además eliminaron el obsoleto sistema de trueque y establecieron una tabla sistemática de precios.
Sin embargo, el delegado botánico de Francia en Islas Mauricio, Pierre Poivre, aprovechó la debilidad holandesa para importar (de contrabando) raíces de clavo, nuez moscada, pimienta y azafrán, traídas de las Molucas. Alrededor de 1775, gracias a los conocimientos botánicos de los franceses, comenzaron a florecer plantaciones de especias, empezando el comercio galo de las especias. Todo esto produjo el fin del monopolio en el siglo XIX, lo que propició la caída progresiva y feroz de los precios en toda Europa.