Científicos lituanos revolucionan la creación de combustible sostenible con restos de cigarrillos

Una reciente investigación muestra cómo lo que es un desecho puede transformarse en un subproducto que ayude al medioambiente.

Tirar colillas al suelo es una acción poco respetuosa con el medio ambiente, aunque éstas ahora parecen tener una segunda vida.

La disyuntiva entre coche de combustión y vehículo eléctrico lleva ya años dando de qué hablar en conversaciones de barra de bar. Sin embargo, pocas veces el debate se sitúa en qué tipo de combustible es más conveniente para aquellos vehículos térmicos que pueblan nuestras carreteras y ciudades. El biodiesel es uno de los más polémicos, sobre todo por sus materias primas, pero también es protagonista de un reciente y prometedor estudio.

El biodiesel que vino del cigarrillo

Científicos de la Universidad de Tecnología de Kaunas han publicado recientemente un artículo en la revista Journal of Analytical and Applied Pyrolysis, en el que exponen una revolucionaria idea: convertir los restos de cigarrillos en un elemento esencial en la fabricación de biodiesel.

Este biocombustible, según declaran, es cuatro veces más biodegradable que el derivado del petróleo y no resulta tóxico. Sin embargo, a la hora de producirlo en masa el coste es demasiado elevado como para poder expandir su uso en todo el mundo y dependiendo del tipo de material utilizado, como el aceite de palma, incluso podría ser más contaminante. Es aquí donde entra un elemento que pocos podíamos pensar que tendría alguna utilidad: las colillas de los cigarrillos.

Parece que el uso de una sustancia denominada triacetina sería ideal para contrarrestar los puntos débiles de este combustible, aunque para conseguirla es necesario llevar a cabo procesos químicos que también contaminan. ¿O no? Los investigadores lituanos han observado que este compuesto también se encuentra en los desechos de los cigarrillos y es por ello que a través de un procedimiento denominado pirólisis es posible obtener esta triacetina, en concreto a una temperatura de 750ºC.

Eso sí, variando la temperatura de los experimentos, otros compuestos y sustancias pueden ser obtenidos, como por ejemplo aceite, que puede ser reciclado para su uso en este tipo de combustible dada su riqueza en triacetina, gas, que puede ser utilizado como materia prima para generar energía, o calcio, perfecto como fertilizante o para tratamientos de aguas residuales.

Samy Yousef, uno de los autores de la investigación, habla acerca de la conveniencia del uso de un tipo de basura que, por desgracia, está más presente de lo que nos gustaría en nuestra sociedad:

En nuestro grupo de investigación, trabajamos en temas de reciclaje y gestión de residuos, por lo que siempre estamos mirando en los desechos, que están presentes en grandes cantidades y tienen una estructura única. Los cigarrillos están hechos a partir de tres componentes, tabaco, papel y un filtro fabricado de fibras de acetato de celulosa, y éstos son una buena fuente de materiales crudos y energía. Además, las colillas son fáciles de recoger, ya que hay muchos sistema y compañías que lo hacen.

Mundo Deportivo