Científicos argentinos encuentran los primeros nidos de titanosaurios de Brasil

Una nidificación que se produjo hace 80 millones de años.

Reconstrucción del sitio de nidificación en Ponte Alta, Minas Gerais, Brasil, hace aprox 80 millones de años. / Júlia d’Oliveira.

Lucas Fiorelli, E. Martín Hechenleitner y Agustín Martinelli, respectivamente investigadores del CONICET en el Centro Regional de Investigaciones (CRILAR, CONICET- UNLar) y el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET), en conjunto con paleontólogos y geólogos brasileros, lograron rescatar el primer registro de un sitio de nidificación de titanosaurios en Brasil. Se estima que los nidos encontrados tienen alrededor de 80 millones de años. La investigación, que pondera el hallazgo de huevos esféricos de hasta 12 cm de diámetro, fue publicada recientemente en la revista Scientific Reports del Grupo Nature.

“Los titanosaurios fueron dinosaurios herbívoros muy diversos y ampliamente distribuidos en todos los continentes durante el Cretácico (período iniciado hace unos 145 millones años y culminado hace alrededor de 66 millones de años), pero con mayor diversidad en América del Sur, principalmente Argentina y Brasil”, explica Fiorelli. Para los investigadores, el éxito de los titanosaurios se debió, probablemente, a varios factores fisiológicos y ecológicos, además de una serie de rasgos morfológicos que lograron durante su historia evolutiva, “sin embargo, el comportamiento de anidación generalista utilizando diferentes paleoambientes y aprovechando diversas estrategias fue clave para lograr ese éxito”, puntualiza el paleontólogo.

Sitios de nidificación de titanosaurios se han encontrado ampliamente en todo el mundo, con registros notables en España, Francia, Rumania, e India. En esta ocasión, el descubrimiento de varios nidos en el Cretácico de Uberaba -el sitio más boreal de América del Sur- “provee evidencias claras de la primera área de anidación colonial de dinosaurios titanosaurios en Brasil”, asegura Martinelli.

El Cretácico de Uberaba y el hallazgo

En 1951 fue formalmente descrito el primer fósil proveniente del Cretácico de Uberaba en Minas Gerais, Brasil: un huevo esférico atribuido a un dinosaurio. Aquel primer hallazgo impulsó las investigaciones paleontológicas en Uberaba, convirtiéndola en un referente internacional en el estudio de los vertebrados fósiles del Cretácico de Brasil. Tras siete décadas de investigaciones desde ese primer hallazgo, se han encontrado cientos de fósiles, lo que permite vislumbrar la vida del pasado de la región. Hoy, se suma un nuevo elemento al escenario cretácico: el primer registro de un sitio de nidificación de dinosaurios titanosaurios en Brasil.

Este hallazgo fue realizado en la década de los 90´, en una mina de piedra caliza abandonada en la localidad de Ponte Alta, a 30 kilómetros del centro de Uberaba por João Ismael da Silva, coautor del trabajo, funcionario de la Fundación Cultural del Municipio de Uberaba y técnico en el Complejo Cultural y Científico de Peirópolis de la Universidad Federal del Triângulo Mineiro.

Los resultados

Los resultados de la investigación permitieron al equipo de trabajo determinar que los huevos pertenecen al grupo de los titanosaurios. “Siendo el grupo de dinosaurios con las especies más grandes que habitaron la tierra, incluyendo algunas de gran tamaño en la región de Uberaba”, aseguran los científicos y llegaron a medir hasta unos 25 m de largo, algo que contrasta con el tamaño de sus huevos de aproximadamente 12 cm de diámetro. “En realidad existe una limitante física y fisiológica para el tamaño de los huevos” indica Fiorelli sobre el llamativo tamaño. “Los titanosaurios habrían sido coloniales y generalistas en sus aspectos reproductivos, nidificando en manada en un área enorme, construyendo nidos masivos con decenas de huevos, y posiblemente habrían tenido comportamientos filopátricos, algo similar a las tortugas marinas que regresan periódicamente a nidificar a los mismos sitios”, continua el investigador.

 

Según las características sedimentológicas del nivel portador, además de la macro y micromorfología de los huevos, los titanosaurios de Ponte Alta debieron adoptar una estrategia de anidación de entierro y los huevos se incubaron en condiciones específicas semiáridas bajo calor ambiental, sostienen los especialistas. Estas habrían sido condiciones de nidificación comúnmente elegidas por los titanosaurios durante el Cretácico. “Su éxito evolutivo se debió, entre otras cosas, a su gran adaptabilidad casi generalista para anidar de manera colonial en diversos ambientes. Sin embargo, la dependencia directa de su comportamiento de nidificación a estos ambientes ultra específicos –como paleosoles áridos, ambiente hidrotermal, entre otros– podría haber jugado un papel clave como factor de extinción al final del Cretácico”, menciona por su parte Thiago Marinho, paleontólogo de la Universidade Federal do Triângulo Mineiro, en Uberaba, Minas Gerais e integrante del equipo de investigación.

En tanto Hechenleitner apunta: “A partir de las asociaciones de cáscaras y huevos, y las características macro y microscópicas, fue posible comparar el sitio con nidos y huevos fósiles de otras partes del mundo, principalmente de los importantes sitios ya conocidos de la Argentina”.

Para los paleontólogos, esta publicación refuerza la importancia del municipio de Uberaba en el campo de la paleontología, al tiempo que aporta una nueva visión en el estudio de los huevos fósiles, ya que es la primera vez y de manera explícita, que se estudian huevos de dinosaurios desde el enfoque de la biología evolutiva y siguiendo la metodología sistemática taxonómica clásica.

DICYT