Científico desarrolla ‘alcosynth’, una sustancia que produce los efectos positivos del alcohol y suprime los demás
April 9, 2019 Bienestar , NoticiasDavid Nutt cree que el alcosynth o alcarelle podría ser un excelente sustituto para el alcohol, pues genera la felicidad que se asocia con beber pero nada de lo negativo.
El científico David Nutt es una figura polémica y renombrada en Gran Bretaña, especialmente por defender el uso terapéutico de las drogas psicodélicas y sugerir su legalización. Nutt también es famoso por decir que el alcohol es más peligroso que el crack (aunque ciertamente hay en esto un conflicto de intereses).
El doctor Nutt ha trabajado en los últimos años desarrollando una alternativa sintética al alcohol y ha creado una sustancia que llama alcosynth o también alcarelle, la cual aparentemente es capaz de producir los efectos de relajación y lubricación social que asociamos con el alcohol sin los efectos negativos, desde la resaca hasta los efectos potencialmente cancerígenos e inflamatorios que algunos investigadores creen que son causados por el consumo del alcohol. Suena como algo demasiado bueno para ser verdad, pero su investigación no deja de ser interesante.
Nutt ha sido enérgico en condenar los efectos del alcohol, si bien él mismo señala que disfruta de una bebida ocasional y es dueño de un bar. Nutt tiene una larga historia en el campo. Como cuenta The Guardian, en 1983 descubrió una sustancia que podía usarse como antídoto para el alcohol mientras investigaba los efectos de estimular los receptores del neurotransmisor GABA, el principal responsable de la sensación de relajación y apertura que produce el alcohol. Bloqueando los receptores de GABA en el cerebro, las ratas embriagadas se volvían sobrias. Sin embargo, esto tiene efectos colaterales que no lo hacen algo práctico como antídoto.
Trabajando con un socio y habiendo recibido fuertes inversiones, Nutt ha investigado los receptores GABA como pocas personas. Sabe que existen 15 subtipos de receptores en múltiples zonas del cerebro y el alcohol se se enlaza con todos. Así que su trabajo básicamente es encontrar qué receptores pueden estimularse para producir sólo los efectos favorables del alcohol y eliminar los otros. Según Nutt, con este acercamiento selectivo a los receptores GABA ha podido crear una molécula que sin importar cuánto se consuma, uno no llega a un estado de embotamiento, sólo se emborracha un poco. De acuerdo con Nutt, las sustancias utilizadas para dejar de fumar, como la vareniclina, usan un método similar. Además, esto permitiría que se creen bebidas usando su alcarelle que puedan tener efectos muchos más específicos y controlados: una bebida para una comida de negocios, no una bebida para una fiesta.
Nutt está entrando en la etapa de prueba para ver si los efectos de su molécula son seguros, algo que puede tomar hasta 5 años, así que no se espera ver productos con alcarelle a corto plazo. Esto podría ser una realidad -si es que la ciencia prueba estar en lo correcto-, pues al parecer numerosas compañías de alcohol estarían interesadas en desarrollar bebidas con esta sustancia, algo así como Coca-Cola y el uso de Stevia. Las alcoholeras han notado una tendencia a la baja en el consumo de alcohol, ya sea por motivos de salud, porque los jóvenes prefieren la marihuana o porque temen que el alcohol los puede meter en aprietos en una era donde todo se sube a Internet y no se borra. Sin embargo, el marketing del producto enfrenta el problema de que no es natural y que no tiene un buen sabor. No obstante, Nutt cree que el sabor de las bebidas alcohólicas que nos gustan no es realmente bueno, sino que es un gusto adquirido, y que no todo lo natural es sano. Por ejemplo, el alcohol. Otros no están de acuerdo con él y creen que el alcohol, de hecho, es importante para la salud del ser humano. Por otra parte, cabe preguntar si no es parte de la esencia del alcohol el hecho de que produce un efecto de resaca o “cruda”, es decir, ¿acaso habría una auténtica cresta emotiva si no fuera seguida por un valle? Tal vez la alegría del alcohol -y en general de la mayoría de las sustancias psicoactivas- depende de su posterior depresión.