Ceres, el planeta enano que esconde un océano subterráneo

La sonda Dawn ha revelado que el cuerpo celeste alberga depósitos de agua salada en sus profundidades. El hallazgo indica que Ceres podría tener actividad geológica reciente e incluso contar con otras reservas de agua, lo que aumenta la esperanza de que haya sido habitable.


Depósitos de sal en el cráter Occator de Ceres | NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA

Ceres, el asteroide más grande del sistema solar, parece tener agua líquida filtrándose en su superficie, según un nuevo artículo publicado en Nature Astronomy. El estudio sugiere que los datos de la misión Dawn de la NASA muestran signos de que Ceres podría estar escondiendo un océano a gran profundidad. 

El contexto: Ceres, un planeta enano situado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, fue estudiado intensamente por la nave espacial Dawn desde marzo de 2015 hasta noviembre de 2018. En sus últimas semanas, la sonda se acercó a unos 35 kilómetros de la superficie de Ceres y recogió una enorme cantidad de datos sobre la composición química del planeta enano. Dawn descubrió muchos depósitos de cloruro de sodio en la superficie, que los científicos pensaban que probablemente provenían de un líquido que se había filtrado hacia ella y se había evaporado, dejando una costra salada.

La novedad: aún quedaba la duda de cómo exactamente llegó ese líquido allí. En un nuevo análisis de las imágenes de alta resolución que recopiló Dawn durante las últimas semanas, investigadores italianos descubrieron que el líquido provenía de una reserva subterránea de agua salada, a unos 40 kilómetros por debajo de la superficie del cráter Occator, que podría medir cientos de kilómetros de ancho. Las sales encontradas en la superficie son importantes para ayudar a mantener el agua líquida en un entorno de esas características.

Los hallazgos se han publicado junto a otros artículos que han descubierto nuevos detalles sobre Ceres y la geología alrededor de su cráter Occator, que tiene un diámetro de 92 kilómetros y aproximadamente 20 millones de años. Esa investigación también mostró la presencia de agua en el cráter de otras formas, como colinas cónicas que son similares a las montañas de hielo de la Tierra formadas por agua subterránea presurizada, pero los depósitos de sal ofrecen la mejor evidencia.

La conclusión: los depósitos de sal son jóvenes, algunos de apenas un par de millones de años. Y los datos de Dawn muestran que las sales deshidratadas todavía tienen un poco de agua dentro. Todo ello sugiere que cualquier actividad geológica que esté creando estos depósitos aún podría estar sucediendo, lo que significaría que Ceres sigue siendo un mundo activo.

Aunque el agua salada puede presentarse en un ambiente extremo, la presencia de un océano indica que podría haber otros depósitos de salmueras ubicados en otras partes del planeta enano, lo que aumenta las esperanzas de que Ceres alguna vez fue un mundo habitable y que aún podría seguir siéndolo.

MIT