Atravesando la atmósfera: Relámpagos de huracán lanzaron antimateria hacia la Tierra
May 24, 2018 El Universo , NoticiasRelámpagos dentro el ciclón Patricia en 2015 enviaron un haz de antimateria hacia la superficie terrestre.
Un grupo de investigadores estadounidenses realizó la primera observación de antimateria nacida dentro de un ciclón trópical en la atmósfera terrestre, según informó este martes el portal Science Alert.
El huracán Patricia, que azotó México el 23 de octubre de 2015, fue el más potente registrado en la historia del hemisferio oeste.
Para estudiar los fenómenos vinculadas a la tormenta, un avión de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés) fue enviado a su interior con un detector de rayos X y gamma, donde registró haces descendientes de positrones, el equivalente en antimateria de los electrones.
#UnDíaComoHoy pero de 2015 impactó el #Huracán #Patricia, considerado uno de los más intensos en la cuenca del #Pacífico Nororiental pic.twitter.com/SsNv4vzXQs
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) 23 de octubre de 2017
Conforme a los patrones teóricos, los estallidos de rayos gamma se producen cuando electrones acelerados a velocidades muy altas colisionan con núcleos atómicos y liberan energía. Esta aceleración de electrones se puede deber a los poderosos campos eléctricos generados por los relámpagos en el interior de huracanes y ciclones potentes.
Desde la década de 1990, los científicos han estado conjeturado que los estallidos de rayos gamma, que son lanzados desde la Tierra hacia el espacio, tenían un correspondiente haz descendente de positrones.
“Esta es la primera confirmación de esa predicción teórica, y muestra que los rayos gamma atraviesan la atmósfera con radiaciones de alta energía”, explica el David Smith, físico de la Universidad de California en Santa Cruz.
Este fenómeno dura unos milisegundos, por lo que es muy difícil de registrar.
Los científicos de la Universidad de California registraron un haz de positrones a 2,5 kilómetros de altitud y estiman que sus detectores podrían haberlos registrado a 1,5 km, lo que posibilitaría estudiarlos mediante detectores instalados en elevaciones terrestres como montañas.