Normalmente, los fósiles de esta subespecie —que habitó en el megacontinente Gondwana hace unos 160 millones de años, en el período Jurásico— provenían del hemisferio norte, principalmente de Europa.
Sin embargo, el reciente análisis puede servir como prueba de que “la distribución de los animales de este grupo era más amplia de lo que se sabía hasta el momento”, explica el principal autor del estudio, Jhonatan Alarcón, de la Universidad de Chile.
Al examinar los restos del pterosaurio, los paleontólogos llegaron a la conclusión de que sus alas tenían entre 1,8 y 2 metros de envergadura. “Nuestro espécimen es bastante grande, comparable a Rhamphorhynchus, que es el miembro más grande de esta familia, o quizás más grande”, subrayan los investigadores.
El reptil, que habitó en la zona costera y se alimentaba de pequeños animales marinos, tenía una cola alargada con una insólita terminación con forma de rombo, un hocico largo y unos dientes puntiagudos dirigidos hacia el frente.
El antiguo megacontinente Gondwana existió hace unos 550 millones de años y estaba compuesto por América del Sur, África, Australia, la Antártida, Madagascar, la India y Laurasia, un supercontinente conformado por lo que ahora son América del Norte, Asia y Europa.
“Este hallazgo suma evidencia a la conexión que se dio entre los hemisferios norte y sur, particularmente a través de un paso caribeño que existió en el Jurásico”, señalan los autores del estudio.