Agricultores y ganaderos del Sáhara se unen a la transformación digital

Ante la amenaza del cambio climático, que ya está afectando a sus métodos tradicionales, estos trabajadores buscan ayuda en nuevas herramientas tecnológicas, como las imágenes por satélite, que les ayudan a averiguar dónde hay reservas de agua y predecir las malas cosechas.

Jerome Delay /AP

Durante la mayor parte de los 50 años que lleva en el mundo, el pastor del norte de Mali Abdoul Ag Alwaly ha utilizado la misma estrategia para encontrar agua para sus vacas. Hasta hace poco, tenía que pagar a un motociclista o a una persona en camello para que recorriera el desierto que rodea la ciudad de Gao para comprobar los niveles de agua de los dispersos arroyos y pozos. El proceso costaba dinero y tiempo y era arriesgado (a veces salía con su ganado durante días solo para descubrir que había recibido una información equivocada, o que otros animales habían llegado antes que los suyos.

En los últimos años, el cambio climático ha dificultado aún más esta búsqueda, lamenta Alwaly. Donde él vive, en el Sahel, en una amplia franja con matorrales áridos al sur del desierto del Sáhara, las temperaturas están aumentando más rápido que la media mundial, las sequías son más frecuentes y la vegetación es más escasa. Las lluvias irregulares han hecho que los abrevaderos de siempre dejen de dar confianza. Los animales perecen a menudo durante la búsqueda, cuenta Alwaly, y la competencia por el agua puede volverse violenta fácilmente.

Así que ha decidido probar un nuevo método. Durante el último año, Alwaly, que dirige una unión local de ganaderos, ha comenzado a buscar pistas de agua en las imágenes por satélite. El pastor detalla: “Con el teléfono y 25 francos [unos cuatro céntimos de euro] la vemos, y podemos ir con mucha más seguridad”.

En todo el continente, el aumento de las temperaturas y las lluvias impredecibles suponen una grave amenaza para millones de pequeños agricultores y pastores. Para luchar contra ella, están empezando a usar datos satelitales hiperlocales en tiempo real para detectar los signos de alerta temprana de sequía y de malas cosechas. A medida que las imágenes satelitales se abaratan, proliferan y aumentan la resolución, y las enormes cantidades de datos que producen se vuelven más fáciles de manejar e interpretar por ordenador, cada vez más empresas privadas y organizaciones no gubernamentales están encontrando formas de poner esta información en las manos de las personas que sufren los efectos del cambio climático a diario.

Alwaly utiliza un servicio piloto ofrecido por la compañía de telecomunicaciones Orange. El sistema analiza las imágenes diarias de los satélites Sentinel de la Agencia Espacial Europea y ofrece información actualizada a los pastores nómadas en el norte de Mali sobre dónde pueden encontrar agua y alimento. Alwaly puede llamar o enviar un mensaje de texto a un centro de llamadas en la capital de Mali, Bamako, para que un técnico revise una imagen satelital con código de colores que muestra un paisaje pálido con vegetación y ramificaciones del río Níger. Eso indicará dónde está el agua, y evitará el desplazamiento en camello.

Antes de que este servicio estuviera disponible, el pastor Abdoul Ag Alwaly pagaba a un motociclista o a una persona que iba a camello para verificar los niveles de agua en arroyos y pozos. Ahora, un servicio experimental ofrece a los granjeros y pastores en Mali la información sobre los patrones climáticos, la disponibilidad de pastos y agua, e incluso los movimientos de rebaños, basados en los datos satelitales. / SNV

Presentado en noviembre de 2017, este servicio ha recibido 1.300 llamadas telefónicas y 88.000 mensajes de texto de más de 50.000 usuarios, según SNV, una ONG holandesa que ayudó a desarrollarlo.

Desde que el primer satélite de observación de la Tierra entró en órbita en 1972, las imágenes tomadas desde el espacio han visibilizado la huella de la humanidad en el planeta. Podemos ver cómo se reducen los glaciares y las selvas tropicales a medida que crecen las mega granjas y las ciudades, recabar información sobre el agua, el suelo y otros recursos naturales, y monitorizan los desastres como los incendios forestales y las sequías.

Hoy en día, las imágenes satelitales no solo pueden rastrear estas grandes tendencias a largo plazo, también ofrecen información a los agricultores en tiempo real sobre algunas partes específicas de sus fincas. En los primeros días, los píxeles en las imágenes satelitales se medían en kilómetros cuadrados, pero ahora los satélites comerciales pueden alcanzar resoluciones de 30 centímetros cuadrados, mientras que los datos de acceso público de agencias gubernamentales como la NASA tienen normalmente una resolución de 10 metros cuadrados a 100 metros cuadrados. Además, la cantidad de satélites de observación de la Tierra en órbita está aumentando rápidamente: actualmente más de 700, según una base de datos de la Unión de Científicos Preocupados. Eso hace que sea más fácil encontrar una imagen de cualquier ubicación tomada en el último día o dos.

La agricultura de precisión guiada por satélite ya es común en Estados Unidos y Europa. Ahora que está emergiendo en África, podría ser especialmente útil para los granjeros y pastores que se mueven por amplias zonas y que llevan teléfonos móviles en sus bolsillos.

A unos 1.600 kilómetros al sur de Gao, en el centro de Ghana, el cacao, el principal cultivo comercial del país, es muy vulnerable a las crecientes temperaturas, la sequía y las plagas que se propagan en el clima cálido. Los agrónomos predicen que el área del terreno adecuado para la producción de cacao allí se podría reducir significativamente para 2030. Para ayudar a los agricultores a aumentar su productividad en esas condiciones, los agentes agrícolas están utilizando una nueva aplicación basada en tabletas para crear Planes de Desarrollo Agrícola. Lanzada en julio del año pasado por el consorcio SAT4Farming, formado por la organización sin ánimo de lucro Rainforest Alliance y la Fundación Grameen, los proyectos satelitales y de vigilancia de agua con sede en Países Bajos (Satelligence and Waterwatch Projects), y la empresa francesa de cultivos de productos básicos Touton, esta aplicación utiliza software de aprendizaje automático para analizar imágenes de satélite de granjas de cacao tomadas tanto con la luz visible como en el espectro infrarrojo, que capta las longitudes de onda que las plantas reflejan durante la fotosíntesis. Las imágenes, combinadas con la ciencia agronómica basada en el campo y las encuestas de agricultores, permiten que el software haga un control regular de la salud de los árboles (en función de la densidad de la vegetación y la cercanía de los árboles) y recomendaciones sobre cómo mejorarla.

Ese tipo de análisis es lo suficientemente simple para poder hacerse desde el suelo para una sola granja. Pero, una vista desde arriba permite a los asesores agrícolas, que en África tienen miles de clientes dispersos por una zona extensa, detectar las granjas con problemas de un solo vistazo en una temporada de crecimiento difícil. Luego, pueden realizar ajustes (un patrón de poda diferente o una dosis específica de fertilizante) como respuesta a la sequía u otras dificultades. El miembro del programa SAT4Farming Selasse Gidiglo detalla: “Si recomiendo que un agricultor añada unos cientos de kilos de fertilizante, pero el satélite muestra que nada ha cambiado, podemos evaluar qué puede haber fallado”.

Las imágenes de satélite no son perfectas. Las nubes y el polvo a menudo bloquean la vista, especialmente en las zonas desérticas y tropicales. Las imágenes tampoco eliminan la necesidad de realizar controles en el terreno: no pueden mostrar una fuente de agua oculta en una propiedad privada o un tipo de vegetación que los animales no pueden comer. “El hecho de que haya algo verde en la imagen satelital no significa que sea necesariamente adecuado para el ganado”, afirma el analista de Ámsterdam (Paises Bajos) Peter Hoefsloot, que ayudó a desarrollar el servicio que usa Alwaly.

La productora de cacao de Sunyani (Ghana) Nana Kwame Korang, que trabaja con SAT4Farming, concluye: “Para mí todo esto es bastante extraño. Pero si me ayuda a aumentar mi rendimiento durante los períodos secos, me gusta mucho“.

MIT