ADIFO: El «platillo volador» rumano que vuela en todas direcciones

Un híbrido inspirado en viejos desarrollos secretos.

Mucha gente aún cree que «la verdad está allá afuera» y que la existencia de tecnología extraterrestre en la Tierra se mantiene oculta debido a una especie de conspiración global, pero hay personas que en vez de perseguir platillos voladores, deciden cortar por lo sano y construir uno. Así llegamos al ADIFO, un proyecto rumano que busca combinar conceptos de cuadricóptero, propulsión a chorro, VTOL, vectores independientes y vuelo supersónico. Hoy no es más que un prototipo con el tamaño de un dron, pero parece volar mejor de lo que se esperaba…

La frase hizo clic de inmediato entre el público: «Platillo volador». Todas las flechas apuntan a un viejo artículo del Chicago Sun publicado en 1947, y a partir de allí se convirtió en una obsesión. En menos de diez años, el «delirio» de los platillos voladores encontró su lugar incluso en iniciativas secretas como el Project 1794, y en desarrollos civiles para explorar otros planetas. Si bien nadie niega la posibilidad de que el platillo volador finalmente escape a su marcado «perfil sci-fi», lo cierto es que se necesita un muy buen desarrollo, de alto rendimiento y viable a nivel económico.

Dicho eso… viajemos a Rumania, donde los ingenieros Razvan Sabie y Iosif Taposu presentaron al ADIFO o «All-Directional Flying Object», un prototipo de platillo volador con más de dos décadas de trabajo sobre su chasis. A simple vista es… un dron con la forma de un OVNI, pero si nos acercamos un poco, descubrimos algunos trucos muy interesantes.

Las raíces de un dron, y el espíritu de un avión supersónico… o al menos, eso sugieren sus creadores

Para comenzar, Sabie insiste en que la forma de platillo no es un capricho, sino que se basa en años de estudios aerodinámicos con cientos de páginas, simulaciones por ordenador y túneles de viento. Sus cuatro motores principales establecen una operación similar a la de un cuadricóptero, con capacidad VTOL y maniobras a baja velocidad. A ellos se suman dos turbinas (por el momento, ventiladores eléctricos) con vectores independientes en la parte posterior (encargadas de proveer propulsión horizontal), y cuatro toberas de maniobra (dos a cada lado).

El resultado final es una nave que puede moverse lado a lado en la dirección que el piloto desee, y rotar a alta velocidad en pleno vuelo. El prototipo mide 1.2 metros de diámetro, pero Sadie cree que el ADIFO «nació» para escalas superiores y vuelos supersónicos. La hipótesis sugiere que la forma del platillo reduce las ondas de choque sobre su superficie, y habilita una transición de vuelo subsónico a supersónico mucho más suave. En otras palabras, el ADIFO promete eliminar al boom sónico.

¿Qué es lo que sigue ahora? Simulaciones más avanzadas, pruebas adicionales en túneles de viento, el desarrollo del sistema de control para vuelo supersónico… y lógicamente, buscar socios. Sin un buen respaldo de terceros (tanto públicos como privados), el ADIFO no será más que un dron-platillo, pero esperamos que lo logre.

Neoteo