¿Actividad volcánica en el lado oscuro de la Luna?

Las cámaras magmáticas de granito solo están presentes en la Tierra, pero recientes lecturas en la Luna indican que también se encuentran en el lado oculto del satélite.

De acuerdo con los científicos, la última erupción en la Luna ocurrió hace 100 millones de años, pero los restos de la actividad volcánica continúan. / NASA

Las sondas de origen chino Chang’e-1 y Chang’e2 identificaron muestras de calor en la Luna producto de una actividad volcánica difícilmente vista en planetas y satélites que no sean la Tierra. Estas lecturas corresponden a un sistema de granito enfriado similar al que presentan algunos de los más importantes volcanes terrestres.

La Luna presentó actividad volcánica en su pasado, donde hubo ríos de lava y composiciones basálticas que podrían simular volcanes como en nuestro planeta. Gran parte de la superficie de la luna es en realidad lava endurecida que llevó a los científicos a determinar que el vulcanismo llegó a su fin hace miles de millones de años. Su última erupción esporádica, estiman, ocurrió hace 100 millones de años durante el periodo cretácico de la Tierra.

Las lecturas de microondas de los orbitadores mapearon las temperaturas debajo de la superficie de la Luna. Dentro del presunto complejo volcánico conocido como Compton-Belkovich, el mapa se iluminó anormalmente.

“Lo que esto significa es que está caliente, no necesariamente en la superficie, como se vería en el infrarrojo, sino debajo de la superficie. La única forma de explicar esto es por el calor adicional que proviene de algún lugar debajo de la característica dentro de la corteza lunar más profunda. Entonces, Compton-Belkovich, que se cree que es un volcán, también esconde una gran fuente de calor debajo de él” aseguró Mathew Siegle, autor del estudio publicado en Nature.

La anomalía Compton-Belkovich en el lado oscuro de la Luna

El calor detectado no es lava fundida sino energía radioactiva que desprenden las rocas debajo del supuesto volcán. Siguiendo el informe, el único tipo de roca que puede tener elementos radioactivos es el granito. El granito de la Luna sería parte de una cámara de magma de un gran volcán de hace millones de años y podría ser el único en su tipo en nuestro satélite.

La anomalía de Compton-Belkovich fue descubierta en 1998 gracias a lecturas de rayos gamma cerca de su polo norte, en el lado oculto de la Luna. Desde entonces los geólogos han analizado los pocos datos que se tienen del sitio y determinaron que se trataba de una caldera volcánica. A diferencia de un cráter, las calderas son depresiones en el suelo mucho más extensas producidas por un hundimiento de una cámara magmática y cuyas erupciones no son explosivas.

El descubrimiento es parte de un esfuerzo de cooperación internacional entre científicos de China y Estados Unidos. Siegler admite que este logro sobre la naturaleza volcánica de la Luna jamás pudo haberse conseguido de no ser por voluntades entre las agencias espaciales.

“Fue un proyecto genial en el que China hizo públicos sus datos, al igual que la NASA, y pudimos trabajar con este conjunto de datos único para descubrir algo realmente interesante sobre la Luna. Siguiendo las reglas, no podíamos colaborar directamente con los investigadores chinos y todos los fondos procedían solo de la NASA, por lo que tuvimos que seguir las migas de pan para abrir este conjunto de datos. La capacidad de Jianqing (el segundo autor del estudio) de venir a los EE UU a través del sistema de visas para buscar por los datos y la literatura existente sobre el tema fue muy valiosa. Es un gran ejemplo de lo que se puede hacer si la ciencia y la política pueden trabajar juntas”, cuenta Siegler.

Los planetas y satélites con importantes sistemas volcánicos estudiados actualmente son Marte, Venus, Mercurio y la luna de Júpiter, Ío. De esta luna volcánica recientemente se revelaron algunas fotos tras el paso de la sonda Juno.

Wired