Abrió al mundo los secretos de los mayas: la vida del reconocido lingüista ruso que descifró su antigua escritura, conmemorada en un libro
La obra de Yuri Knórozov, ‘La escritura de los indígenas mayas’, fue publicada en 1963 y dio al mundo una oportunidad de conocer el contenido de los textos de la antigua civilización.
Este 26 de septiembre, en Moscú, fue presentado el libro ‘El último genio del siglo XX. Yuri Knórozov: el destino del científico’, dedicado al trabajo y a la vida del reconocido científico ruso Yuri Knórozov (1922-1999), que desempeñó un papel principal en descifrar la antigua escritura maya. La obra fue escrita por la profesora de la Universidad Rusa Estatal Humanitaria y directora del Centro Mesoamericano, Galina Yershova, alumna de ese reconocido científico, condecorado, entre otros galardones, con el Premio del Estado de la URSS.
“Lo que hizo este verdadero genio del siglo XX, por su cuenta, fue el descubrimiento sin salir de la Unión Soviética, nunca en su vida vio estas pirámides maravillosas […], por supuesto, es una verdadera hazaña la de este científico“, afirmó, a su vez, el líder del partido Rusia Justa, Serguéi Mirónov, que destacó también los talentos de Knórozov en varios ámbitos, entre ellos la música y la pintura.
Aunque se creía imposible comprender los jeroglíficos maya, decidió intentarlo… pic.twitter.com/Med1Uci9W7
— RT en Español (@ActualidadRT) July 24, 2017
En el evento también participaron representantes de la comunidad científica de América Latina. La doctora Igumeni Inés Ayau García, del Instituto de Estudios Interdisciplinarias Rafael Ayau, y también fundadora del monasterio ortodoxo de la Santísima Trinidad en Guatemala, calificó el libro de Yershova de “monumental“. Durante su discurso afirmó que “Guatemala es el corazón del mundo maya”.
Por su parte, Alfredo Edilberto Barrera Rubio, director del Centro De Estudios e Investigaciones Sociales y Culturales Efraín Calderón Lara y científico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (México), precisó que el trabajo de Knórozov abrió “las puertas para comprender mejor la historia y los procesos sociales de la gran civilización maya“. Precisó que el científico durante su carrera tuvo como objeto “conocer y profundizar acerca de esta cultura y sus procesos de desarrollo”.
“Un científico de despacho”
El investigador nació el 19 de noviembre de 1922 en el pueblo de Yuzhni (en la República Socialista Soviética Ucraniana). Estudió historia en la Universidad de Járkov, pero tuvo que interrumpir sus estudios debido al inicio de la Gran Guerra Patria y los continuó en 1943 en la Universidad Estatal de Moscú. Allí, vio un artículo del investigador alemán Paul Schellhas, que opinaba que el desciframiento de los textos maya era imposible. “Lo que fue creado por una mente humana no puede no ser descifrado por otra“, afirmó, según recordó Yershova en un artículo para TASS.
Junto con Knórozov, especialistas estadounidenses trataban de descifrar la escritura jeroglífica maya, pero su visión era completamente diferente a la del especialista soviético. Al analizar tres textos antiguos, determinó que contenían 355 signos y ya en 1952 logró determinar el modo de leer algunos de ellos. Su obra más conocida, ‘La escritura de los indígenas mayas’, fue publicada en 1963 y dio a la comunidad internacional la oportunidad de conocer los textos de esta antigua civilización.
El científico logró hacer su descubrimiento, aunque nunca visitó el legado maya. “Soy un científico de despacho. Para trabajar con los textos no es necesario correr sobre las pirámides”, dijo. Solo en 1989 finalmente visitó Guatemala por invitación de su entonces presidente, Vinicio Cerezo. En 1994, Knórozov recibió la Orden del Águila Azteca por su trabajo.
El lingüista falleció en 1999 en San Petersburgo. En el 2012, en la ciudad mexicana de Cancún fue erigido un monumento en su honor, y 6 años más tarde otro en Mérida.
“Este es el caso cuando teníamos una oportunidad única, muy agradable, de destacar a nuestro científico y a Rusia como el país que trajo un conocimiento nuevo a todo el mundo“, declaró durante el evento el exministro de Educación y Ciencia ruso, Andrei Fúrsenko.
