La paradoja de Fermi podría tener respuesta “en 10 o 20 años”

La pregunta que se hizo el astrofísico Enrico Fermi en 1950 sobre dónde está la vida inteligente podría responderse en las próximas décadas gracias a nuevos telescopios como el SKA o el James Webb.

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Observar el cielo de noche, solo iluminado por la luz de la Luna y de las estrellas, puede traer a nuestra mente una de las incógnitas que la humanidad lleva décadas tratando de resolver: ¿hay vida más allá de la Tierra?

No tenemos una respuesta a esta pregunta. Al menos por el momento. Sin embargo, los investigadores no cesan de buscar una respuesta a la pregunta “¿Dónde están?” planteada ya en 1950 por el astrofísico Enrico Fermi, quien da nombre a esta paradoja. Ahora, el investigador David Clements, del Imperial College de Londres, ha enviado su estudio sobre esta paradoja al Journal of the British Interplanetary Society, revista en la que será publicada.

Las posibilidades de que haya vida en el universo son altas, sin embargo, todavía no hemos encontrado vida más allá de la Tierra. Ni siquiera en nuestro sistema solar, en el que ya se ha dado la receta de la vida en, al menos, un planeta. Que sepamos. Esta contradicción entre que existan posibilidades, pero que no hayamos encontrado vida aún es lo que se conoce como la paradoja de Fermi.

“La paradoja es que podría ser fácil que un ser inteligente y explorador o colonizador pueda visitar cada estrella en la galaxia en un periodo de 50 o 100 años luz”, señala a Hipertextual Clements. “Puede parecer mucho tiempo, pero es un corto plazo comparado con la edad del Sol (4,5 mil millones de años luz) o de la galaxia (más o menos 13 mil millones de años). Así que si existen, deberían estar ahí. Pero no están. Así que, ¿dónde están?”, reflexiona el astrofísico inglés en paralelo a la pregunta de Fermi.

Para Clements la solución parece estar a punto de llegar: “Los telescopios James Webb, E-ELT y TMT podrían ser capaces de detectarlos en estrellas cercanas en los próximos 10 o 20 años“, señala el investigador. Estos instrumentos serán “capaces de detectar los signos de vida en la atmósfera de un planeta habitable alrededor de otra estrella”. Aunque ya tenemos en marcha algunos instrumentos de este tipo y llegarán más, como el SKA: “Será capaz de detectar por radar el tráfico aéreo de otras especies inteligentes a una distancia de 50 años luz”, señala.

Si no hemos encontrado aún ni vida ni vida inteligente es porque en ambos casos es difícil, tal y como comenta el investigador inglés. “Pero la vida inteligente sería más fácil de detectar si desean ser encontrados a través de transmisiones de radio potentes. Aunque no hemos encontrado ninguno”, explica Clements.

Los ingredientes de la vida

Para conseguir que haya vida en un planeta, quizás no tal y como la conocemos, es necesaria una “fuente de energía”, según señala Clements. Además de esto, si uno quiere que la vida sea similar a la que hemos encontrado en la Tierra tiene que añadir otro elemento, el agua, pero también “un ambiente lo suficientemente estable para que la vida pueda desarrollarse“, añade el astrofísico.

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La energía es un recurso fácil de conseguir porque puede venir de, entre otras fuentes, una estrella cercana, como lo es el Sol. Pero ¿es el agua común en el universo? Parece ser que, según el experto, la molécula conocida como H20 sí lo es. Pero solo en dos estados: hielo y vapor. En estado líquido “no es tan fácil de encontrar”, comenta Clements. “Sabemos que hay algunos sitios en el sistema solar, pero todavía no sabemos si la encontraremos fuera de él“, explica a Hipertextual.

¿Y es posible que haya vida en el sistema solar y que ni siquiera lo sepamos? Para el investigador inglés la respuesta está clara: “Definitivamente”, concluye.

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