Crean un «chicle infinito» que nunca pierde su sabor
October 20, 2018 El Mundo , NoticiasCientíficos japoneses han presentado una goma de mascar que genera descargas en la lengua para engañar a las papilas gustativas.
Todos conocemos la sensación de mascar un chicle durante mucho tiempo y que acabe convirténdose en algo más relacionado con una suela de zapato que con un artículo comestible. La idea de que el sabor intenso del principio de la goma de mascar dure para siempre es una cuestión de ficción: solo Willy Wonka, el solitario fabricante de dulces del libro «Charlie y la fábrica de chocolate», podía conseguir un chicle que cambiaba de sabor y que nunca se agotaba. Un invento hasta ahora limitado a la literatura (o el cine), pero que está muy cerca de convertirse en algo real a tenor de una idea presentada en el Simposio ACM sobre Software y Tecnología de Interfaz de Usuario en Berlín (Alemania) por unos científicos japoneses
Liderados por Naoshi Ooba, el grupo de investigación perteneciente a la Universidad Meiji (Japón) propone un «chicle» transparente que dura para siempre gracias a un dispositivo que genera una corriente eléctrica en la lengua. Pero, lejos de lo que se pueda pensar, no se trata de una sensación desagradable, sino que estas pequeñas «descargas» (producidas por la energía que se desprende del acto de masticar) son capaces de «engañar» a las papilas gustativas de la lengua para experimentar diferentes gustos.
Llamado «chicle eléctrico infinito», utiliza la energía pizoeléctrica: un fenómeno en el que algunos materiales producen una carga eléctrica cuando se comprimen (como en el caso de esta goma de mascar cuando es apretada por la dentadura). Con las medidas de un chicle tradicional, los científicos han incorporado el elemento pizoeléctrico y unos electrodos envueltos en una fina película de plástico. Pero, al contrario que la versión clásica, el sabor durará durante todo el tiempo que se siga masticando gracias al estímulo eléctrico.
De momento, el «chicle eléctrico infinito» solo es capaz de producir los sabores salado y amargo, aunque esperan ampliar con los cinco gustos básicos e incorporar dulce, agrio y umami (sabroso), gracias a unas variaciones del patrón eléctrico. En las pruebas realizadas meses antes en Japón, unas 80 personas se atrevieron a meterse en la boca el chicle y casi todos aseguraron haber sentido sabores salados o amargos. Incluso hubo quien comparó el gusto de esta goma de mascar con unas pequeñas sardinas secas que se usan para bocadillos y condimentos en el país nipón.
No se trata de la primera vez que se utliza esta tecnología para crear la ilusión de sabores: este mismo año se han presentado unos palillos chinos y un bol que producían la misma sensación que este chicle ilimitado.