Luz verde para la misión de un dron que volará en Titán

La misión del Dragonfly, un dron equipado con ocho rotores, será realizar vuelos de exploración sobre terrenos de Titán, una de las lunas de Saturno, dotada de una atmósfera y sobre la que se especula con la existencia en ella de vida pasada, presente o futura.

Recreación artística del Dragonfly sobrevolando unas dunas en Titán. / NASA / Johns Hopkins APL / Steve Gribben

Entre las numerosas lunas de nuestro sistema solar, Titán destaca por ser la única con una atmósfera no menos densa que la de la Tierra y líquido en la superficie. Incluso tiene un sistema meteorológico con lluvia como lo tiene la Tierra, aunque llueve metano en vez de agua. Además, según todos los indicios. Titán posee también un mar subterráneo de agua. Por esta y otras razones, existe la posibilidad de que Titán albergue vida, lo haya hecho en el pasado, o pueda hacerlo en un futuro.

Ahora, la NASA ha confirmado la misión del dron Dragonfly a Titán. La decisión permite que la preparación de la misión avance hasta la finalización del diseño definitivo, seguido de la construcción y las pruebas de toda la nave espacial y los instrumentos científicos.

En el desarrollo del dron Dragonfly trabajan numerosas entidades, aparte de los centros de la NASA implicados. Hay empresas como por ejemplo Lockheed Martin Space, Sikorsky (ahora de Lockheed Martin), Malin Space Science Systems y Honeybee Robotics; instituciones académicas como la Universidad Johns Hopkins y la Estatal de Pensilvania; y las agencias espaciales francesa, alemana y japonesa.

El lanzamiento al espacio de la nave que transportará al Dragonfly hasta Titán está previsto para julio de 2028. El dron llegará a Titán en 2034.

La misión del Dragonfly será la primera en la que se explorará la superficie de Titán más allá del punto de aterrizaje.

La sonda espacial Huygens de la Agencia Espacial Europea, que aterrizó en Titán en 2005, fue diseñada para flotar en un mar de metano y etano o aterrizar en una superficie dura. Sus experimentos científicos fueron predominantemente atmosféricos, porque sus diseñadores no estaban seguros de que sobreviviera al aterrizaje.

El Dragonfly desempeñará una labor pionera explorando la superficie de Titán e identificando detalladamente su composición.

Los objetivos del Dragonfly incluyen la investigación del ciclo activo del metano; la exploración de la química técnicamente prebiótica que tiene lugar hoy en día en la atmósfera de Titán y en su superficie; y la búsqueda de firmas químicas delatadoras de posibles procesos biológicos, pasados o presentes, tanto de vida basada en el agua como de la que en teoría podría utilizar hidrocarburos líquidos.

En cuanto a su forma de explorar Titán, Dragonfly pasará un día completo de Titán (o sea lo que tarda el astro en dar una vuelta sobre sí mismo, 16 días de la Tierra) en un lugar realizando experimentos y observaciones científicas, y después volará a un nuevo lugar repitiendo el ciclo.

La gravedad de Titán (menor que la de la Tierra) y su espesa atmósfera (más densa que la de la Tierra) lo convierten en un lugar ideal para un vehículo aéreo, sobre todo si tenemos en cuenta que la atmósfera es relativamente tranquila, con vientos más débiles que los de la Tierra.

Muchos de los compuestos químicos prebióticos que se formaron en la Tierra primitiva también se forman en la atmósfera de Titán. La misión del Dragonfly debería ser capaz de revelar hasta dónde ha llegado la evolución química prebiótica en Titán. La atmósfera de este astro podría ser un buen análogo de lo que ocurrió en la atmósfera de la Tierra primitiva.

NCYT