La NASA invita a científicos ciudadanos a recopilar datos del eclipse

El 8 de abril de 2024, mientras la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, miles de científicos ciudadanos aficionados medirán la temperatura del aire y tomarán fotografías de las nubes. Los datos que obtengan ayudarán a los investigadores que están estudiando cómo el Sol influye en el clima en diferentes medioambientes.

Estudiantes argentinos recopilan datos sobre las nubes y la temperatura para cargarlos con la herramienta GLOBE Eclipse durante el eclipse que atravesó Sudamérica el 2 de julio de 2019. / Pablo Cecchi

Entre esos científicos ciudadanos se encuentran los estudiantes de quinto y sexto grado de la escuela primaria Alpena Elementary en el noroeste de Arkansas. En las semanas previas al eclipse, estos estudiantes visitan la estación meteorológica de la escuela 10 veces al día para recopilar las lecturas de la temperatura y monitorear la cobertura de nubes. Luego, suben los datos a una aplicación en el teléfono que forma parte de un programa dirigido por la NASA llamado GLOBE, las siglas en inglés de Observaciones y Aprendizajes Globales en Beneficio del Ambiente.

El objetivo, según el maestro de ciencias y matemáticas de Alpena Elementary, Roger Rose, es “hacer que la ciencia y las matemáticas sean más reales” para sus alumnos. “Esto les hace sentir que están haciendo algo importante y que vale la pena”.

La herramienta GLOBE Eclipse es una pequeña parte del proyecto mucho más amplio de GLOBE, mediante la cual estudiantes y científicos ciudadanos recopilan datos sobre la vegetación, el suelo, el agua, la atmósfera e incluso los mosquitos. Las personas que contribuyen al proyecto del eclipse solo necesitan un termómetro y un teléfono inteligente que tenga descargada la aplicación GLOBE Observer. Pueden acceder a la herramienta del eclipse en la aplicación.

Esta no es la primera vez que la herramienta GLOBE Eclipse es implementada en Norteamérica. Durante el eclipse de 2017 en Norteamérica, los investigadores de la NASA examinaron la relación que existía entre las nubes y la temperatura del aire, y encontraron que los cambios de temperatura durante el eclipse fueron mayores en las zonas con menos cobertura de nubes, mientras que las fluctuaciones de temperatura fueron más débiles en las regiones más nubladas. Este es un hallazgo que habría resultado difícil, o tal vez imposible, sin la ayuda de numerosos observadores aficionados a lo largo de la trayectoria del eclipse, dijo Marilé Colón Robles, meteoróloga del Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia, y científica del proyecto GLOBE, quien tiene a su cargo supervisar la parte del proyecto relacionada con el estudio de las nubes.

Los voluntarios del programa GLOBE en diferentes partes de Norteamérica subieron a este mapa los datos que coincidían con el acontecimiento del 21 de julio de 2017. Una gran concentración de observadores hace que se destaque la franja de la totalidad en la parte occidental de Estados Unidos. / Programa Globe

La cantidad de estaciones meteorológicas a lo largo de la trayectoria del eclipse de este año es limitada y, si bien los satélites nos dan una visión global, no pueden proporcionar el mismo nivel de detalle que el que ofrecen las personas en tierra, dijo Ashlee Autore, científica de datos del centro Langley de la NASA, quien realizará un seguimiento del estudio de 2017. “El poder de la ciencia ciudadana es que las personas hacen las observaciones y pueden desplazarse”.

Todavía no está claro cómo se comparan las fluctuaciones de la temperatura durante un eclipse total en diferentes regiones climáticas, dijo Colón Robles. “Este próximo eclipse pasará por regiones desérticas, regiones montañosas y regiones más húmedas cerca de los océanos”. La adquisición de observaciones en estas áreas, dijo, “nos ayudará a profundizar las preguntas sobre las conexiones regionales que existen entre la cobertura de nubes y las temperaturas a nivel del suelo”. Los estudios deberían dar a los científicos un mejor manejo del flujo de la energía del Sol que es crucial para comprender el clima.

En muchas zonas, se espera que los científicos ciudadanos se reúnan en masa. “Estamos invitando a la ciudad universitaria básicamente a toda la población de El Paso”, dijo John Olgin, geofísico y socio del programa GLOBE, de El Paso Community College en Texas. Esta localidad experimentará el eclipse casi en su totalidad, y alrededor del 80% del Sol quedará cubierto durante el punto máximo. Esto es suficiente para convertir el eclipse en un evento atractivo donde participarán científicos ciudadanos de Estados Unidos y Ciudad Juárez, México, al otro lado del río Bravo (llamado río Grande en inglés).

Apenas unos minutos de oscuridad al mediodía tendrán beneficios a largo plazo para crear mayor conciencia acerca de los programas de ciencia ciudadana de la NASA, dijo Olgin: “Esto va a inspirar a la gente a decir: ‘Oye, mira, de veras que sí podemos hacer cosas con la NASA’”.

Más de 30 millones de habitantes viven a lo largo de la trayectoria del eclipse de 2024, y cientos de millones más verán un eclipse parcial. Pasarán otros 20 años antes de que tantas personas en Norteamérica vuelvan a vivir otro eclipse solar total.

Con esto en mente, Colón Robles tiene un consejo: cuando la Luna esté en proceso de tapar el Sol, deja de lado tu teléfono y tu termómetro, y disfruta con la maravilla de uno de los acontecimientos astronómicos más extraordinarios de tu vida.

Visita la página de Ciencia Ciudadana de la NASA (en inglés) para aprender cómo puedes ayudar a los científicos de la NASA a estudiar la Tierra durante los eclipses y durante todo el año. La página del programa GLOBE ofrece recursos sobre el eclipse también en español, así como conexiones con comunidades de participantes del programa GLOBE en 127 países, acceso a datos para su descarga y análisis, una hoja de ruta para nuevos participantes y otros recursos.

Por James Riordon
Equipo de Noticias de Ciencias de la Tierra de la NASA

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