Hibernación espacial: Harvard está a punto de revolucionar los viajes estelares
Un fármaco, que puede facilitar trasplantes de órganos, podría también hacer que los viajes espaciales alcancen nuevas metas.
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Hace tiempo, en National Geographic en Español, tuvimos una entrevista con un experto que nos explicó lo que puede experimentar el cuerpo humano cuando está sujeto a una travesía espacial. Si bien lo vivido depende del momento en que estén los astronautas, lo cierto es que estas personas son susceptibles a un montón de sensaciones nada agradables e, incluso, riesgosas para la salud. A favor, podemos decir que cada vez hay más recursos para sortear las pruebas con mayores probabilidades de éxito. Aun así, la seguridad está lejos de ser garantizada. Pero, gracias a un proyecto de la prestigiosa Universidad de Harvard (Estados Unidos), los viajes al espacio podrían ser mucho más confiables a la hora mantener el bienestar de la tripulación.
Lo anterior está cerca de ser una realidad, debido al trabajo de investigadores de la universidad mencionada. Y es que ellos lograron crear un fármaco capaz de inducir al organismo un estado similar a la hibernación en células y órganos. A grandes rasgos, esto supondría retrasos al deterioro físico y un impacto, considerablemente menor, al cuerpo de los cosmonautas.
¿Para qué hibernar?
La hibernación es un proceso natural a través del cual ciertos animales enfrentan situaciones adversas en el entorno, como pueden ser temperaturas muy bajas o carencia de alimentos por un periodo prolongado. Es un mecanismo de defensa que les ayuda a sobrevivir en condiciones extremas. Nuestra especie no lleva a cabo esto, aunque Harvard lo está haciendo posible en aras de ayudar a la gente que cumple misiones en el espacio exterior.
Si las cosas resultan bien, no solo podríamos asegurar mejores condiciones para los astronautas, sino también serían posibles viajes mucho más largos, con todo lo que ello conlleva en favor de la ciencia y la exploración espacial.
A todo esto, resta decir que SNC80 es el fármaco que estaría cambiando para siempre las misiones extraterrestres. No es adictivo, y sus posibilidades se extienden, también, a ofrecer mejor preservación de los órganos que serán objetos de trasplantes.
